"Ahora que hay que salvar al soldado Ábalos, le parece lo más normal"

¿Puede haber mentido el empresario Víctor de Aldama, que acusa al PSOE de haberse repartido hasta 4 millones de euros en comisiones a cambio de amañar la adjudicación de varias obras públicas? Por supuesto, puede haber mentido. Ahora, eso no es lo mismo que decir cómo sostienen, y da la sensación que lo hacen un poco a la desesperada, como sostienen desde la Moncloa o desde el Partido Socialista, que ya nada de lo que diga tiene ninguna credibilidad.

Por ejemplo, las imágenes que se han ido publicando demuestran que, pese a lo que dijo en su día la portavoz socialista, Aldama sí estuvo en la sede nacional del PSOE. Pese a lo que dijeron varios ministros, con risitas extemporáneas de por medio, hemos visto y finalmente han tenido que reconocer que Aldama sí colaboró con la Guardia Civil. E incluso pese a lo que dijo el propio Sánchez, que no conocía a Aldama, pues finalmente apareció una foto con él. Y eso no significa, al menos no necesariamente, que la portavoz del PSOE, los ministros e incluso el propio Sánchez mientan siempre y en todo lugar. Pero es que eso de que las denuncias, incluida la de hoy ante el Supremo, eso de que no tienen ninguna credibilidad, es que también se desmonta, sin ir más lejos, con la propia imputación de Ábalos. Esa imputación solo es posible porque un juez de la Audiencia Nacional primero y otro del Supremo después han considerado cuanto menos verosímiles algunas de las denuncias de Aldama. Entre otras cosas porque se autoinculpa del delito de haber corrompido a miembros del Gobierno.

El exministro, por cierto, el exministro Ábalos, que en su estrategia de defensa judicial ahora coincide milimétricamente con su sucesor, con Óscar Puente. En su declaración de la semana pasada ante el juez, Ábalos dijo que él, por supuesto, que no tenía nada que ver con las modificaciones para aumentar el presupuesto de varias obras adjudicadas previamente. Porque, es lo que le dijo Ábalos al juez, eso era algo muy complicado y esas modificaciones las tenían que hacer los técnicos, ellos eran los que deciden en ese tipo de modificaciones. Bueno, ¿y cómo creen que ha defendido hoy Óscar Puente a su sucesor? Exacto, con el mismo argumento, en esas modificaciones firmadas por Ábalos, siempre para aumentar el presupuesto de esas obras públicas, seguro que no tuvo nada que ver Ábalos, lo dice ahora también Óscar Puente, porque el argumento es el mismo, esos cambios solo dependen de los técnicos.

Qué curioso, porque cuando la Moncloa trataba de circunscribir lo que para la Guardia Civil era una organización criminal que se infiltró en varios ministerios, cuando trataba de circunscribirlo a Ábalos, Óscar Puente decía que era una clara irregularidad, por ejemplo, que los contratos de las mascarillas se duplicaran en cuestión de minutos. Ahora que hay que salvar al soldado Ábalos, le parece lo más normal si esas modificaciones se hacen en obras públicas también modificadas para que cuesten más. ¿Qué habrá pasado entre medias en ese cambio de estrategia en la Moncloa, entre medias de tantas declaraciones judiciales?".