Lo que debes saber antes de dejar que un camarero limpie tu mesa con una bayeta: por qué está prohibido

Cristina Lora, experta en seguridad alimentaria, explica las razones por las que no está permitido en bares y restaurantes el uso de trapos o bayetas y cómo se deben limpiar las mesas correctamente

Redacción TRECE

Publicado el

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Hay un gesto que todavía se sigue viendo en algunos bares y restaurantes y que está prohibido. Limpiar con una bayeta o un trapo no está permitido en la hostelería y Cristina Lora, experta en seguridad alimentaria, explica en ‘TRECE Al Día’ los motivos: “Lo cierto es que por legislación alimentaria está prohibido tanto en restauración colectiva -bares, restaurantes-, como en industria alimentaria, está totalmente prohibido el uso de bayetas”. Además, añade, “da una sensación superdesagradable, porque suele oler mal, porque tiene ya un color muy oscuro de suciedad”

La textura resbaladiza que adquieren las bayetas con el uso es biofilm

Todos utilizamos y hemos utilizado bayetas en nuestras cocinas y sabemos que llega un momento en el que tienen una textura resbaladiza que puede parecer grasa acumulada, pero que, en realidad, se trata de biofilm. ¿Qué es esto? Cristina alerta de esta capa habitada por colonias de bacterias: “Esto tenemos que entenderlo. Es como una comunidad de microorganismos que se crean ahí y, entonces, esas bacterias se adhieren a la superficie de la bayeta, crean como una especie de moco pegajoso y las protege del hecho de que se desinfecte, hace que ya si se limpia o se desinfecta y le añadamos lejía, por ejemplo, a la bayeta, ya no haga ese efecto y las bacterias siguen ahí desarrollándose”. De esta forma se producen contaminaciones cruzadas, además de afectar directamente en la salud de los comensales y que la limpieza y desinfección de la mesa no sea correcta.

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¿Cómo se debe limpiar la mesa correctamente?

“Lo que deberían usar ellos en restauración colectiva es papel desechable, el papel de toda la vida. Lo que pasa es que, lógicamente, una bayeta es mucho más barata y más económica que el papel, porque al final se usa muchísimo”. Cristina anima al consumidor a indicarle al camarero que, por favor, la limpie con papel. “Ellos saben que no pueden usar la bayeta. Yo sí que suelo ser la antipática, que le digo, mira, perdona, yo me sé muy bien la legislación porque es una mala práctica y que atenta contra la seguridad alimentaria”.


Para finalizar, Cristina advierte de que, aunque esté prohibido y los establecimientos sean conocedores de ello, es muy normal seguir viendo esta práctica, aunque se realicen inspecciones periódicas: “Lo que pasa es que estas inspecciones de sanidad son anunciadas. Entonces, ellos saben cuándo va a venir ese auditor y, lógicamente, quitan las bayetas en ese momento o reemplazan esas bayetas y estropajos por unos nuevos en ese momento”.