Paco González se sincera sobre Pepe Domingo: “He tenido mucha suerte de haber compartido mi vida con él”

Paco González acumula una trayectoria radiofónica muy amplia dedicada al periodismo deportivo. El comunicador presenta el espacio deportivo líder de referencia de Tiempo de Juego junto a Pepe Domingo Castaño y Manolo Lama. Un periodista que encontró la vocación desde bien pequeño y que recuerda los momentos guarda de cuando era un niño y se encontraba en la casa de sus padres.

El primer recuerdo que le viene a la cabeza es estudiando y haciendo los deberes cuando era bien pequeño. Su madre cosía en su domicilio para una peletería. Mientras lo hacía tenía conectada la radio. En ella tenía siempre puesto la radionovela. No obstante, los fines de semana bajo la radio se congregaba con su padre para escuchar los partidos de fútbol. De esta forma, la radio se convirtió en palabras de Paco González en la “banda sonora de mi vida”. “Yo lo tengo incorporado en el ADN desde que nací”.

A los 11 años jugaba con una pelota de tenis que lanzaba contra la pared con papel pintado de rombos. Dependiendo en la parte que caía era palo o gol. “Narraba partidos imaginarios”. La vocación por tanto la tuvo desde el primer momento. “Yo quiero se eso, el que cuente lo que está pasando en un sitio lejano a los seguidores de un equipo de fútbol” Un deseo que se vio cumplido pocos años después.

El mejor momento que recuerda de la radio es el inicio radiofónico de Tiempo de Juego en COPE. En concreto el discurso que estaba dando Pepe Domingo Castaño. Un discurso “muy sentido”. Añade que el estudio estaba lleno con amigos, familia. Un discurso rodeado de compañeros con historias en muchos casos de muchos años y que hace recordar el día de forma muy positiva.

Preguntado sobre Pepe Domingo Castaño, Paco González se sincera: “He tenido mucha suerte de haber compartido mi vida con él”. “Me ha enseñado tantas cosas que lo considero más maestro que hermano o amigo”. Desde que lo conoce reconoce que ha tenido mucha suerte de que le haya presentado a personas “maravillosas”. Una ayuda, la que le brindó Pepe Domingo que trasciende lo laboral llegando a lo personal.