'El verano de mi vida' con Beatriz Pérez Otín: "En uno de esos veranos descubrí mi fascinación por la radio"

Bienvenidos a un viaje único. Vamos a realizar un recorrido por los recuerdos. Nos adentraremos en la cabeza de una de las grandes presentadoras de COPE, una de las voces más dulces y con más sentimiento que se pueden encontrar en la radio de nuestro país. Beatriz Pérez Otín, directora de 'La Noche de COPE', nos abre las puertas de sus recuerdos a uno de los veranos de su vida. Viajamos a la década de los 90. 

La comunicadora nos presenta un pueblo puramente aragonés: Lanaja. En pleno desierto de los Monegros. Allí es donde Beatriz recopila sus mejores recuerdos del verano. Esa Beatriz adolescente, que comenzaba a sentir lo que significaba la palabra libertad, el valor de la amistad, los primeros amores del verano...

También nos ha hablado de los sonidos que le evocan a Lanaja. Esa música que le viene a la cabeza nada más pensar en esa época. La primera canción que Beatriz recuerda es: Baby I Love Your Way, de Peter Frampton.

También ha desvelado una bonita anécdota con la canción: Todo Tiene Su Fin, de Medina Azahara. Beatriz ha viajado años atrás, hasta la cima de un cerro en el desierto de los Monegros. Sobre él, nos ha contado que, junto con su grupo de amigas, cantaban la canción con todas sus fuerzas con la intención de que sus voces llegasen al pueblo. Y por qué no, molestar lo máximo posible a los vecinos. Una forma de liberar la rabia y la pena que acumulaban, ante el cercano final de las vacaciones.

Y, por supuesto, no podía faltar un grupo "maño" por excelencia: Héroes del Silencio.

Por aquel entonces, la comunicadora ya gozaba de una relación estrecha con la radio. En la Iglesia de Lanaja, es donde Beatriz dio sus primeros pasos delante de un micrófono. Y la unión a la radio, como es de esperar, es la cercanía a la información. En esa fecha, en COPE, lamentábamos la pérdida de nuestra queridísima Encarna Sánchez. También eran épocas convulsas. Beatriz ha recordado dos acontecimientos que ocuparon los informativos en aquellos tiempos. La Guerra del Golfo y la tragedia de la riada del camping de Biescas. Precisamente este último, más recordado por la comunicadora por su cercanía con el pueblo de Lanaja.

Pero los veranos son sinónimo de buenas vibraciones y mejores recuerdos. Y en este país, uno de nuestros grandes tesoros es la comida. Beatriz recuerda esos bocadillos “de verdad”, con pan “de verdad”, buen jamón y buen aceite. Bocadillos con los que la comunicadora echaba el día en la calle.

Además, el poco tiempo que pasaba en casa lo rememora ayudando a su madre. No veía mucho la televisión, pero recuerda una serie mítica, que marcó una época en todo el planeta: 'Los Vigilantes de la Playa'.

Veranos de contraste gracias al calor y el frescor nocturno de los Monegros. Veranos, por los que Beatriz Pérez Otín nos ha dejado caminar. 

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