LITERATURA CUENTOS
Andrea Mayo regresa con "Arrepentimientos", relatos que revelan lo escondido
La escritora Andrea Mayo, heterónimo de la catalanoargentina Flavia Company, vuelve a las librerías con los relatos de "Arrepentimientos", unas historias que revelan lo escondido de sentimientos y situaciones, lo que "tapamos de nuestras vidas, lo que no nos gusta".
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
La escritora Andrea Mayo, heterónimo de la catalanoargentina Flavia Company, vuelve a las librerías con los relatos de "Arrepentimientos", unas historias que revelan lo escondido de sentimientos y situaciones, lo que "tapamos de nuestras vidas, lo que no nos gusta".
Tras la novela "La planta carnívora", de 2021, este personaje que existe pero "no tiene vida", según Company, se incorpora al catálogo de Navona con estos cuentos, en castellano y catalán (Penediments), con los que pretende despertar en el lector "el deseo de replantearse las estructuras que se obedecen sin protestar".
Una oferta de trabajo en una isla inhóspita poblada de perros famélicos, una madre y una hija hablando sobre la reproducción o una muchacha con un búho tatuado en su cuerpo son algunas de las peripecias que se narran en estas páginas, que toman el título del concepto del mundo del arte, "pentimento", que explica las alteraciones de obra llevadas a cabo por los artistas sobre lo que estaban pintando.
Junto a su nuevo editor, Ernest Folch, la autora, nacida en Buenos Aires en 1963 y que en los últimos cinco años ha dado la vuelta al mundo, ha mostrado este martes su alegría por poder regresar de la mano de Andrea Mayo, que apareció por primera vez en uno de sus cuentos, "La carta perdida de Andrea Mayo" y que escribe más "callejera" "sin pelos en la lengua" y más "destroyer" que ella.
Esta "nueva aventura" responde a la idea de "cómo tapamos nuestras vidas, las cosas propias que no nos gustan" y lo hace a través del concepto pictórico del "pentimento" italiano, que tiene que ver "con pinceladas de los artistas sobre aquello que pintan y no les gusta, ya sea porque ha salido mal, porque han cambiado de opinión, han cometido un error grave o porque se han censurado".
Ha dividido el libro en tres partes, con unas historias, en la primera, sobre "sentimientos que se ven, pero que no se quieren ver", mientras que en la segunda trata sobre aquello que aparece al cabo de los años, "como aquellos cuadros que con el tiempo acaban mostrando lo que estaba escondido".
La última parte, incluye unos relatos en los que los arrepentimientos "sólo se pueden ver si se violenta la cosa, ya sea con rayos X o con otras herramientas que son capaces de revelar lo que esta muy escondido, muy debajo del sistema, de la estructura, del aprendizaje, de las normas. Es lo que nosotros no estamos dispuestos a revelar nunca".
Aunque podría haberles dado forma de novela, Andrea Mayo, con quien Company mantiene un debate constante, hasta el punto de que en ocasiones, como ocurre en una de las historias no está clara la autoría, ha optado por "un mosaico, por explorar la manera de hacer de los seres humanos, que tristemente, no nos deja ser como somos, nos lleva a esconder".
A su juicio, además, el libro "defiende la honestidad, la coherencia, la congruencia, el amor por las cosas bien hechas, por las de verdad, por la sencillez".
Taxativa al afirmar que como Flavia Company ya ha publicado todo lo que tenía por contar, la escritora ha avanzado que continuará con sus heterónimos, desde Andrea Mayo y Haru a Osamu, todos ellos personajes de anteriores libros suyos. "Me gusta esta locura, recuperar la libertad del inicio de los inicios", ha concluido.