La ‘ciudad del cine’ submarina más grande de Europa se instalará en Bruselas
El proyecto cuenta con tres estudios de grandes dimensiones
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Bélgica acogerá a partir de 2019 los estudios de cine acuáticos interiores más grandes de Europa, un proyecto en construcción desde mayo de 2017 que será escenario de complejos rodajes en agua y cuenta con una inversión de 23 millones de euros.
La idea es de un camarógrafo profesional, Wim Michiels, fundador de una empresa de alquiler de material cinematográfico y especializado en grabaciones submarinas que, tras varios años al frente de su empresa, Lites, ha decidido embarcarse en este proyecto de gran complejidad técnica.
Bélgica es más bien escenario de noticias, sobre todo políticas, pero sus encantadoras ciudades, especialmente en Flandes, han sido también objeto de ficción en numerosas películas, una faceta que puede desarrollarse en los próximos años con este nuevo proyecto audiovisual.
Ciudades como Brujas -"Perdidos en Brujass" (2008), con Colin Farrell y Ralph Fiennes-, Gante -"Monuments Men" (2014), dirigida por George Clooney- o la misma Bruselas -"Grace" (2014), "El quinto poder" (2013)- han sido ya escenarios para el cine internacional, que podrá encontrar un nuevo destino en Vilvoorde, pequeña localidad del Brabante Flamenco, a las afueras de Bruselas.
En una entrevista desde los estudios, entre el ruido y el polvo de los acelerados trabajos de construcción, Michiels defiende que "Bélgica es un lugar ideal para hacer películas", con considerables ventajas fiscales para los productores internacionales, y que, "aunque no lo parezca, hay un gran mercado para las producciones acuáticas".
Prueba de ello es que cinco meses antes de su inauguración -prevista el 2 de enero- esta nueva "ciudad del cine" belga tiene apalabradas veinte producciones con escenas submarinas, de Estados Unidos, Canadá y Europa, ninguna de ella española, asegura el camarógrafo.
Lites cuenta para el proyecto con un socio privado y con el banco BNP Paribas, además de con una dilatada lista de proyectos cinematográficos, entre ellos varias series de la BBC y una cinta española, "La chispa de la vida" (2011), de Álex de la Iglesia, protagonizada por Salma Hayek y José Mota.
El proyecto tendrá tres estudios, dos de ellos pensados para rodar escenas acuáticas, de 1.200 y 1.700 metros cuadrados; el más ambicioso tiene una fosa de nueve metros de profundidad con capacidad para "seis millones de litros de agua climatizada", explica.
Naufragios, inundaciones, tormentas salvajes o escenas "casi siempre dramáticas", reconoce, desde ahogamientos a batallas navales, se podrán rodar en este recinto.
En la gran fosa de agua los cineastas podrán recrear tramas de gran complejidad técnica gracias a la posibilidad de instalar toboganes con capacidad para canalizar hasta 18 toneladas de agua o recrear olas gigantes, "algo más difícil de filmar en estudios exteriores", defiende el impulsor del proyecto.
"Tenemos la posibilidad de incluir muchos efectos especiales en este estudio, lo que supone que el tiempo de producción será mucho más corto. Al poder incluir muchos efectos antes de la postproducción "se abaratan el coste y la energía", destaca.
Michiels explica que estas técnicas son posibles solo en estudios interiores y que por ello la nueva ciudad del cine belga será "más eficiente" en términos técnicos, con un mayor control sobre los efectos del agua, manejables a través de filtros y otras tecnologías.
Ante los riesgos financieros a los que se enfrenta un estudio de cine, afirmó que han apostado por un complejo solo de tres estudios "más modesto, que permitirá rodar hasta tres películas", al tiempo que defendió que el auge de las plataformas bajo demanda son "indudablemente una gran nueva oportunidad para el sector".
En el estudio podrán introducirse vehículos y barcos de gran tonelaje, viviendas sumergidas o maquetas urbanas.
"Técnicamente, será el estudio más avanzado de Europa", asegura el belga, para quien el mayor reto será "garantizar la seguridad de los actores" que trabajarán durante largas horas en el agua.
Con un precio de 36.000 euros para una semana de rodaje, la temperatura del agua en este estudio estará a treinta grados, "el mínimo para que los actores puedan trabajar sin neopreno y sin poner en riesgo su salud", afirma.
El set principal tendrá, entre otras cualidades un suelo abatible y un techo que podrá sostener luces de hasta una tonelada, con el fin de recrear en su interior escenarios exteriores, incluso una playa caribeña, tan difícil de imaginar bajo el cielo belga.