¿Localizada la tumba de Cleopatra?
El hallazgo más grande de este siglo que permitirá "reivindicar a la única de las cinco faraonas del antiguo Egipto que reinó vestida de mujer".
Madrid - Publicado el - Actualizado
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"Ella era el último miembro de una raza solitaria y sutil. Era una flor que Alejandría había tardado trescientos años en producir y que la eterninad no puede marchitar. Y se abrió ante un soldado romano, sencillo, pero inteligente...". ('Alejandría' E.M.Forster)
Pocos personajes han fascinado de la manera en la que lo ha hecho Cleopatra, la última descendiente de Ptolomeo, un general grecomacedonio que sirvió a Alejandro Magno. Entre la historia y la leyenda hemos oído hablar de su belleza y cómo se bañaba en leche de burra para mantener una piel perfecta; hemos sabido de su inteligencia y astucia para envolverse en una alfombra y presentarse ante Julio César; ha quedado constancia de su historia de amor con el general romano Marco Antonio; se ha especulado con la posibilidad con que la picadura de una serpiente le causara la muerta; gracias a Elizabeth Taylor - que le dio vida en la gran pantalla - ha pasado a formar parte de la cultura popular, pero hay algo que desconocíamos hasta ahora: ¿dónde está su tumba? Pues esa pregunta puede tener ya una respuesta, al menos eso es lo que asegura un prestigioso egiptólogo egipcio que dice que podríamos estar ante un descubrimiento mayor que el de la tumba de Tutankamón.
Egipto es sinónimo de excavación arqueológica. El país de los faraones esconde bajo la arena del desierto millones de tesoros. Algunos de esos tesoros poco ha poco van recuperándose y pasan a formar parte del Museo de El Cairo, un lugar que tiene más piezas en sus sótanos que a la vista del público. Hay otras piezas posiblemente se encuentren en manos de coleccionistas privados que accedieron a ellas comprándolas en el mercado negro después de que algún ladrón de tumbas las desenterrara. Pero la gran mayoría del legado del Antiguo Egipcio puede estar por descubrir. Ese es el caso de la tumba de Cleopatra, sin duda un símbolo para la egiptología.
Zahi Hawass es probablemente uno de los mayores egiptólogos; no en vano el expresidente egipcio Hosni Mubarak le nombró ministro de Antigüedades. Cuentan las malas lenguas que durante su mandato al frente del ministerio no se movía una piedra sin su consentimiento. Pues bien, a sus 71 años dice haber realizado el que puede ser el descubrimiento más importante de la historia de la egiptología: la tumba de Cleoptara. En una ponencia presentada en Palermo, Hawass asegura que ha localizado a unos 30 kilómetros de Alejandría el lugar donde descansarían los restos de la reina egipcia.
Pero es que Hawass va más allá y arriesga en su apuesta. Dice tener la completa seguridad de que Cleopatra fue enterrada junto a Marco Antonio. Asegura que todos los indicios que ha ido reuniendo desde hace años le llevan a ese lugar. Según sus cálculos los sacerdotes de Cleopatra transportaron los restos de su reina hasta el templo de Tapasoris Magna y desde entonces allí reposa con su amado Marco Antonio. Este templo sería un lugar funerario digno de la realeza y al parecer en algunos de los jeroglíficos que allí se han encontrado existen referencias a Cleopatra.
El equipo de Hawass trabaja sin descanso, con tecnología puntera, pero las condiciones de trabajo no son fáciles. En el caso de la posible tumba de Cleopatra, las aguas de un lago cercano han inundado las bóvedas subterráneas del enterramiento. Según los expertos que trabajan junto a este hombre de 71 años, ahora mismo, se encuentran en la fase más compleja del proceso que consiste en eliminar todo el agua de la zona.
El lugar donde hoy excava Hawass ya fue señalado por la arqueóloga dominicana, Kathleen Martínez, en 2005. Martínez siempre ha defendido que tras la muerte de Cleopatra, en el año 30 antes de Cristo, los restos de la reina fueron llevados al templo de Taposiris Magna, el lugar de culto más importante del norte de Egipto en un el templo dedicado a la diosa Isis, porque la última faraona de Egipto como representación viviente de Isis se tenía que hacer enterrar en un templo dedicado a esta diosa.
En caso de que Hawass tenga razón y finalmente encuentre la tumba de Cleopatra y Marco Antonio estaremos ante uno de los hallazgos arqueológicos más mediáticos de la historia. Y servirá para afianzar la leyenda de una mujer que en realidad era más inteligente que bella, tan orgullosa que fue capaz de suicidares antes de verse sometida al poder de Roma y que encontró en Marco Antonio - precisamente un romano - a su gran amor.
"Dejó tras de sí algo que había llegado mucho antes que él: algo que sobreviviría más allá de la destrucción, más allá de la tiranía: una presencia de Egipto destinada a permanecer de pie cuando el poder de Roma no fuese más que polvo en el polvo de los siglos. Una presencia que era la memoria eterna de los pueblos y la victoria del hombre contra los crímenes del tiempo. Pues desde los siglos más remotos está escrito: el hombre teme al tiempo y el tiempo sólo teme a las pirámides" ('No digas que fue un sueño' Terenci Moix).