'Misión Imposible': Las consecuencias de que Tom Cruise no utilice dobles en todas sus escenas de acción

El actor prefiere grabar todas las escenas de acción y extremas él mismo y estos son los motivos y los efectos que ha tenido en él

'Misión Imposible': Las consecuencias de que Tom Cruise no utilice dobles en todas sus escenas de acción

Ana Rumí

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Top Gun, La Guerra de los Mundos, La Momia o, su obra maestra, Misión Imposible, son algunas de las películas en las que hemos podido ver a Tom Cruise en acción. Nunca mejor dicho en este caso, porque el actor neoyorquino siempre ha rodado todas las escenas de riesgo, sin ningún doble de luces.

Toda una proeza que para el actor empieza, si es que no lo es ya, a ser pan comido. Y es que desde que comenzó a rodar películas de acción en plena década de los 80, ha querido entrenarse y esforzarse lo suficiente para filmar él mismo todas las escenas más extremas.

La última la hemos podido disfrutar antes de que se estrene la película, y ha dejado, de hecho, sin palabras a su director, Christopher McQuarrie. Estará en la séptima entrega de Misión Imposible, y por lo que vemos, no será la única.

En ella, Tom Cruise acelera con una moto a gran velocidad en una carretera que termina en un precipicio. Cuando llega al final, salta, suelta la moto, y recorre metros y metros en el vacío, hasta que aterriza él solito con el paracaídas.

Una vez más, una proeza. Y todo eso con sesenta años. Mientras la graban, se escuchan aplausos, abrazos de emoción, y una voz temblorosa que afirma que la escena ha salido perfecta. Probablemente, nunca tuvieran que volver a grabarla, pero eso no ha pasado, ni mucho menos, en todas las escenas de acción que ha tenido que rodar.

Muchas de ellas las ha repetido hasta 64 veces, como la escena de gravedad cero en un avión que filmó para La Momia. O esa escena imposible saltando de edificio en edificio para Misión Imposible, o fuera de un avión para otra de sus entregas.

Una fascinación por grabar sus propias escenas que ha explicado en más de una ocasión y que defiende a capa y espada.

Qué es lo que le motivó a grabar todas sus escenas

Desafiando, en muchas ocasiones a la muerte, y sin ningún tipo de vértigo, Tom Cruise ha grabado más de cien escenas de acción en donde se ha dejado la piel.

Lo hemos visto sentado encima de un avión volando sin ningún tipo de agarre, también escalando el edificio Burj Khalifa, saltando de un avión al vacío o pilotando un avión del ejército.

Un amor por rodar sus propias escenas que le viene, según él mismo ha contado, desde pequeño. Y es que siempre tuvo mucha imaginación, y se veía a sí mismo teniendo millones de aventuras y saltando de avión en avión. Algo que siguió persiguiendo con 18 años, cuando empezó ir a audiciones.

Con 25 años, comenzó a grabar sus propias escenas de riesgo, pidiendo que no existieran más dobles para ellas. ¿La razón? Ser lo más honesto posible con su público y aprovechar sus habilidades al máximo.

“Nadie le preguntó nunca a Gene Kelly que por qué bailaba en sus películas. Cuando hago una película, intento utilizar todas mis habilidades y lo que sé, así como de la gente con la que trabajo. Esa es la belleza del cine” comentaba cuando estaba a punto de estrenar la última entrega de Top Gun.

Y es que le molesta profundamente que siempre le pregunten por esa decisión. Algo que para él, es muy natural y que evidencia la pasión por trabajar duro que ha tenido desde pequeño, cuando hacía ventas puerta a puerta en su barrio.

Tom Cruise de pequeño

El problema no es que, de vez en cuando, tenga que repetir ciertas escenas de acción, es que arriesga literalmente su vida, lo que provoca algunos accidentes y los enfados de sus equipos de trabajo.

El día que en plena escena de acción casi pierde la vida

Tom Cruise ha tenido varios accidentes mientras grababa sus escenas de acción, algo con lo que ha bromeado en muchas ocasiones.

“Soy un actor muy físico y me encanta hacer esas escenas. Estudio, me entreno y dedico mucho tiempo a entenderlo todo. Me he roto muchos huesos" contaba en una entrevista el año pasado con Graham Norton.

Y tanto que sí. Mientras rodaba la sexta entrega de Misión Imposible, tuvo varios accidentes, uno de ellos, que pudo haber sido mortal.

Y es que hubo una escena en la que el actor se tenía que descolgar de un helicóptero, con tal mala suerte de que se cayó de ahí enganchándose con un objeto que estaba colgando de ahí. A metros de altura y abajo, el vacío.

Inmediatamente, sus compañeros se pusieron a gritar pensando que el actor podía haber muerto, aunque se repuso y quiso continuar con la escena.

"Esas tomas no las sueles hacer muchas veces. Las haces hasta que las consigues, entonces es como, venga, por favor, sigamos adelante" decía al respecto el actor. Claro que sí, continuó con la escena como si no hubiera pasado nada.

En esa misma película, tuvo que filmar una escena en la que saltaba en caída libre, rompiéndose una pierna. A pesar de todo, decidió seguir con la escena.

También tuvo, durante ese mismo rodaje, una rotura del tobillo. Por supuesto, algo que le pasó mientras rodaba una escena de acción de riesgo, aunque menos peligrosa que las otras a las que se enfrentó.

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La escena, en cuestión, era saltar de un edificio a otro. El problema vino cuando, cuando tenía que aterrizar en el edificio, apoyó mal el pie, de tal manera que se rompió el tobillo.

Una imagen que al propio Tom Cruise todavía le cuesta ver. Una cosa tienen en común todas las escenas que el actor graba: siempre está sonriendo. Y, la verdad, nada nos gusta más que, pese a todo lo que implican las escenas de riesgo, Tom Cruise las disfrute, porque clavarlas, las clava.

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