El obispo de Lleida lamenta que una escultura de la Virgen María de Zaidín vaya de una iglesia "a un local"
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La obra es una pieza entregada por el Museu de Lleida al Obispado de Basbastro Monzón
El obispo de Lleida, Salvador Giménez, ha lamentado este miércoles que la escultura de la Virgen María de Zaidín --una de las piezas en litigio entre Catalunya y Aragón--, que estaba expuesta al culto en la iglesia de Sant Llorenç de Lleida, vaya a un local argumentando que las imágenes que hace la Iglesia son para el culto.
"Que la Virgen de Zaidín, que estaba en la iglesia de Sant Llorenç venerada por la gente que entraban, que ahora se la lleven a un local, que es lo que siempre ha intentado evitar la Iglesia", ha afirmado el obispo en declaraciones a los medios tras la salida, este miércoles de las últimas obras de Lleida al Museo diocesano de Basbastro Monzón.
Ha insistido en que en la Iglesia las imágenes y los retablos son para el culto, sobre todo y ha agregado: "cuando no tenemos culto, porque cerramos alguna cos,a lo exponemos para que la gente disfrute de ese arte, pero sobre todo es para el culto".
Esta escultura forma parte de las 111 piezas que una sentencia del juzgado de Barbastro ha ordenado entregar al Consorcio del Museu de Lleida, el resto estaban en este equipamiento.
Giménez ha señalado que este miércoles es "un día triste para el obispado de Lleida como es todo el litigio desde que empezó" y que a él le produce disgusto y dolor.
"Desde que empezó en 1995 es un litigio que es muy triste sobre todo para una comunidad cristiana que somos más hermanos que oponentes o adversarios. Hoy es un día triste como lo fue el día del juicio del 16 de mayo. Eso también produce al obispo de aquí un cierto disgusto y dolor", ha dicho.
Preguntado si comparte la frase del obispo de Barbastro, Ángel Pérez, afirmando que el traslado es un acto de justicia, Giménez ha señalado que no comparte "las frases que desde la Iglesia se asemejan a los condicionamientos y a las expresiones políticas".
"Yo creo que no hay en ningún momento una humillación del pueblo aragonés, eso me parece una barbaridad o que nosotros o yo, como obispo he puesto zancadillas a este proceso, no me lo pueden demostrar", ha afirmado.
Sobre estas afirmaciones ha añadido: "A mí eso me molesta, pero me callo porque no podemos poner constantemente leña a un fuego innecesario".