El Ejército de Tierra acelera para mejorar la vida en los cuarteles

Los años de recortes en los presupuestos han dejado las instalaciones de las Fuerzas Armadas en condiciones de habitabilidad bastante mejorables. El Ejército de Tierra ha puesto en marcha varios planes para ir paulatinamente solucionando este problema y conseguir que los militares dispongan de unas condiciones de vida similares a las del resto de la sociedad. El coronel Ángel Garcés Bermejo, jefe de la Sección de Acuartelamiento e Infraestructura del Ejército de Tierra, asegura que la crisis “ha supuesto un retroceso en las condiciones de vida en las bases y los acuartelamientos, no hemos dispuesto del dinero que queríamos para mejorar”. “El parque inmobiliario del Ejército de Tierra es muy grande, alrededor de 350 bases, acuartelamientos y establecimientos, y dentro de cada uno de ellos hay un montón de locales y dependencias”, señala. El coronel explica que “hay muchas bases que necesitan reformas y nuevas instalaciones, no sólo porque estén en mal estado sino porque llegan nuevos materiales y se intentan optimizar”, y que el objetivo es “tratar de mejorar alojamientos, vestuarios, redes de distribución de aguas, sistemas de climatización...” 

Para intentar revertir la tendencia y “en los próximos 10 años reflotar las infraestructuras” han abierto tres vías: un plan de choque de tres años, otro plan integral de mejora de condiciones de vida en cuatro bases y -además- un proyecto dirigido a aumentar el número de centros de educación infantil en las instalaciones militares. Las cuatro bases que se benefician del plan integral son la de San Jorge -en Zaragoza-, Pozuelo -en Madrid-, General Menacho -en Badajoz- y Cid Campeador -en Burgos-. Según el coronel Garcés, las mejoras van dirigidas principalmente a las condiciones de vida y trabajo, pero tampoco se olvidan de “la sostenibilidad medio ambiental de las bases, el ahorro energético y la protección de riesgos laborales”. Intentan cambiar las calderas “por otras menos contaminantes”, adquirir “placas solares para los acuartelamientos nuevos” y buscar “equipamientos de climatización menos demandantes de energía”.

La intención del incremento de los centros de educación infantil es “ayudar a la conciliación de la vida personal y profesional, y el apoyo a la movilidad del personal”, apunta el jefe de la Sección de Acuartelamiento e Infraestructura. Son ocho los centros de este tipo de los que dispone ahora el Ejército de Tierra, con una capacidad para 446 niños en las bases Coronel Maté, Alfonso XI, Santa Teresa, Príncipe, Álvarez de Sotomayor, Cerro Muriano, General Menacho, y Melilla. Están empezando a construir cuatro más en San Jorge, El Goloso, Ceuta y Sancho Ramírez, y están programados otros tres -a partir de 2020- en Conde de Gazola, General Alemán Ramírez y General Almirante.