La Bolsa apuesta por un tímido y frágil alivio de luto tras el correctivo que sufrió ayer
El índice Ibex 35 arranca el día muy plano, sube apenas un 0,15 por ciento hasta 8.950 puntos
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Han disminuido las esperanzas de un acercamiento comercial entre las dos mayores potencias de mundo al tiempo que ha aumentado del pesimismo en torno al Brexit y empeoran las previsiones de crecimiento económico. Esos son los lastres que hundieron ayer a las Bolsas. Hoy el mercado intenta corregir los excesos de frenada. Pero de momento no muestra fuerza como para reaccionar con cierta solvencia.
El índice Ibex 35 arranca el día muy plano, sube apenas un 0,15 por ciento hasta 8.950 puntos. BBVA y Banco Santander aguantan como pueden en 4,5 y de 3,5 euros por acción, respectivamente. Telefónica lucha para no alejarse de los siete euros que reconquistó hace poco. Cellnex sigue disparada, acumula ya una revalorización del 85 por ciento en lo que va de año.
El decorado para los mercados es complicado. Se enfría la esperanza de un acercamiento de posturas entre China y Estados Unidos en las negociaciones comerciales que comenzarán mañana en Washington. China responderá a la lista negra de compañías que ha elaborado el gobierno de Estados Unidos. Y los mercados se resienten.
Además crece la sensación de que las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea se encuentran al borde de la ruptura. Por si fuera poco, el Fondo Monetario Internacional ha constatado que la economía continúa perdiendo fuerza y adelanta una inminente rebaja en sus previsiones de crecimiento. Además, la OCDE ha advertido de que la economía española se está enfriando. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico los indicadores adelantados de actividad en España se encuentran en sus peores niveles de los últimos seis años. La OCDE destaca también la desaceleración de la economía de Alemania y los síntomas de fatiga en Estados Unidos.
Hoy por hoy las buenas noticias quedan eclipsadas por los nubarrones que sobrevuelan la economía, el Brexit y la guerra comercial. Ayer se conoció que la producción industrial en Alemania ha crecido tres décimas, cuando se esperaba una contracción. Mientras tanto, la actividad manufacturera en China se mantiene en expansión, aunque a un ritmo muy lento. Los mercados prefirieron ver la botella medio vacía y centrarse en las malas referencias.
Pero todavía quedan optimistas que apuestan por aprovechar los bajos precios de muchos activos para tomar posiciones a medio y largo plazo. Son los cazadores de gangas que tratan de encontrar oportunidades en medio de unos mercados que han sido, quizá, demasiado castigados. Los analistas de Goldman Sachs aseguran que el índice S&P 500 tiene margen de subida del 5 por ciento en lo que resta de año. Dentro de casa, los analistas técnicos creen que si el mercado se consolida por encima de los niveles actuales, se situará en favorable disposición para atacar en breve la cota de los 9.150 o incluso los 9.200 del Ibex 35. Estos niveles se alcanzarán, e incluso pueden superarse con cierta holgura, siempre que se reduzca la tensión en las negociaciones arancelarias entre China y Estados Unidos y siempre que el Reino Unido y la Comisión Europea consigan evitar un Brexit sin acuerdo. Son dos condiciones “sine qua non”. Son premisas de obligado cumplimiento para que las Bolsas opten por el camino alcista.
Los analistas de Barclays apuestan más por los mercados de Estados Unidos que por los europeos. Pero todavía ven oportunidades en las Bolsas de Milán y Londres. Consideran que tienen potencial alcista. Por el contrario, el banco de negocios JP Morgan se ha mostrado más favorable a invertir a partir de ahora en Europa que en Estados Unidos. Rebajan su recomendación sobre la Bolsa de Wall Street a neutral, mientras aconsejan sobreponderar los mercados de la eurozona. Durante muchos meses la recomendación de esta firma ha sido justamente la contraria, así que parece que algo está cambiando. Las Bolsas de EEUU han subido más que las de Europa, lo que deja más margen de crecimiento a estas últimas. Los mayores índices bursátiles estadounidenses rozan máximos históricos, mientras los índices europeos están muy lejos de los suyos.