La Bolsa se bate en retirada ante la aparición de nuevos síntomas de enfriamiento económico
El índice Ibex 35 sale del lunes en 9.386 puntos, con una pérdida del 1,22 por ciento
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El índice Ibex 35 sale del lunes en 9.386 puntos, con una pérdida del 1,22 por ciento. Ha entrado algo de dinero en busca de oportunidades cuando el mercado ha buscado apoyo en los 9.300. El miércoles de la pasada semana llegó a rozar en algunos momentos los 9.700 puntos. Los números rojos se han extendido por todos valores grandes del mercado. Entre los más pequeños destaca la caída de la acerera Aperam, que ha lanzado un aviso de peores resultados. Su caída ha contagiado a otras empresas del sector, como Acerinox y Arcelor.
En general sobre el ánimo de los inversores ha pesado el aumento en la rentabilidad de la deuda, que alcanza máximos. La rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años se acerca al 3,9 por ciento. El rendimiento de los bonos de Estados Unidos al mismo plazo supera el 4,5 por ciento. Hoy, para variar, el mercado petrolero ha dado una tregua. El barril de crudo Brent ha bajado un dólar, hasta 92 por barril.
Han pesado también en la Bolsa las peores perspectivas económicas. La agencia de calificación de riesgos Standard and Poor´s Global Ratings espera que la economía española crezca este año un 2,1 y por ciento y un 1,6 en el próximo ejercicio. La agencia alude al contexto general de enfriamiento de la economía europea debido, entre otras cosas, a las sucesivas subidas de tipos de interés. Según los analistas de S&P la inflación cerrará este año en España en el 3,5 por ciento para reducirse hasta el 2,6 por ciento en 2024. Hace unos días la Airef, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, pronosticaba una desaceleración de la actividad económica en la segunda mitad del año. Aludía a condicionantes negativos como la persistencia de la inflación subyacente en niveles altos, el aumento de los precios del petróleo y el encarecimiento del precio del dinero. Según las últimas previsiones de este organismo, el PIB español crecerá un 2,3 por ciento en el conjunto de este año y un 1,9 en el próximo.
También el Banco de España ha advertido hace bien poco sobre el enfriamiento de la economía. Ha rebajado en cuatro décimas su previsión de crecimiento del PIB en 2024, hasta el 1,8 por ciento, con una tasa de inflación del 4,3 por ciento. Para el año en curso el Banco espera un crecimiento del 2,3 por ciento. Según la entidad, la actividad ya ha comenzado a enfriarse en este último trimestre.
Hoy ha comparecido la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ante la comisión de asuntos económicos del Parlamento Europeo. Lagarde ha defendido la última subida de un cuarto de punto en el precio del dinero, hasta el 4,5 por ciento. La autoridad monetaria del Viejo Continente reafirma así su férreo compromiso con la lucha contra la inflación. De momento, por tanto, Lagarde relega a un segundo plano su preocupación por las pobres cifras de actividad en la zona euro, sobre todo en Alemania. Precisamente desde Alemania ha llegado hoy otro pobre indicador económico. El índice IFO de clima empresarial ha empeorado de nuevo en septiembre. Ha empeorado una décima, hasta una lectura de 85,7 puntos. Es su quinta caída consecutiva. El sentimiento de los empresarios germanos continúa siendo sombrío. La locomotora de Europa ha perdido fuerza de tracción.