La Bolsa cierra con fuertes pérdidas en una preocupante sesión de quiero y no puedo

La Bolsa ha intentado reaccionar, pero no ha podido. De hecho, ha cerrado la sesión con importantes pérdidas, lo que ha dejado un amargo sabor de boca a los inversores y una profunda preocupación a los analistas. Ha sido un día de ida y vuelta que técnicamente dibuja un decorado poco tranquilizador. El mercado no encuentra una palanca que le ayude a salir del bache; todo lo contrario, como al perro flaco, a la Bolsa todo se le vuelven pulgas.

Así que los bolsistas han repetido como un mantra la retahíla de factores que justifica la debilidad de las cotizaciones. El estado de alarma, las nuevas restricciones y los toques de queda amenazan con poner contra las cuerdas todavía más a la ya maltrecha actividad económica. La sombra de la pandemia es alargada. La segunda oleada de infecciones masivas por coronavirus en medio mundo está deteriorando la economía más profundamente de lo que se pensaba. Esta tarde se ha conocido que la confianza de los inversores se ha debilitado en Estados Unidos. Es una referencia importante, porque más dos terceras partes del PIB estadounidense descansa directamente en la actividad del consumo privado. Este indicador ha pasado de 102,8 a una lectura de 100,9, que es un dato peor de lo que se esperaba. Por el contrario, los pedidos de bienes duraderos han mejorado un 1,9 por ciento en septiembre, que es algo más de lo que pronosticaban los expertos.

Además, presionan a los mercados otras sombrías consideraciones. A una semana para las elecciones en Estados Unidos ha aumentado la incertidumbre. El actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, sigue por detrás en las encuestas, pero ha reducido la distancia con Joe Biden. Crece el riesgo de que los resultados tarden en conocerse si hay impugnaciones de los votos por correo. Puede enquistarse la situación con el consiguiente aumento de la incertidumbre. Y, como guinda, cada vez hay más dudas sobre cuando se aprobará el nuevo plan de estímulo fiscal en aquél país.

El índice Ibex 35 ha perdido al cierre un 2,14 por ciento. Ayer se dejó otro 1,4 por ciento. Queda para mañana en 6.651 puntos. La estrella ha sido hoy el Banco Santander, que ha ganado 1.750 millones de euros en el tercer trimestre del año. Es una cifra mejor de la esperada. A pesar de la recuperación de este trimestre, la entidad todavía acumula pérdidas de 9.050 millones de euros en el conjunto de los nueve primeros meses del año. Las fuertes provisiones realizadas en la primera mitad de este ejercicio justifican estas cifras.

Además hoy se ha celebrado la junta de accionistas del banco. Ha aprobado la ampliación de capital para repartir un dividendo complementario en acciones equivalente a 0,10 euros por título. Además, distribuirá un dividendo en efectivo de otros diez céntimos por acción pagadero en el año 2021 siempre que el BCE levante el veto a los pagos de dividendo. Las acciones del banco cántabro han pasado en pocas horas de subir un 4 por ciento a caer un 1,5 por ciento. El resto del sector bancario ha seguido el mismo camino. Bankinter, por ejemplo, se ha desplomado un 6 por ciento. La entidad publicará resultados mañana, junto con Bankia. El viernes se esperan las cifras trimestrales de BBVA, Sabadell y Caixabank.

Los inversores han tenido que digerir hoy también las cuentas de Applus, que ganó 75,4 millones de euros en los nueve primeros meses del año, con un descenso del 49 por ciento respecto al mismo periodo del pasado ejercicio. Por su parte, Cie Automotive ha reducido su beneficio neto un 29 por ciento a cierre de septiembre, hasta 117,8 millones de euros.

Mañana debutará en Bolsa Soltec, una empresa dedicada a la fabricación de placas solares. La compañía ha fijado el precio de salida en 4,82 euros por acción, que es la parte alta de la banda prevista. Este precio valora la empresa en 440 millones de euros. Es la primera salida a Bolsa en más de dos años. Pondrá en el mercado 30 millones de acciones nuevas. Entre los valores más pequeños, Amper se ha disparado un 11 por ciento. La empresa firmado un importante contrato con una filial de la estadounidense Green Power Technologies por importe superior a los 47 millones de euros.