La Bolsa se limita a cubrir el expediente en una sesión sin pena ni gloria

La Bolsa ha quemado su penúltimo cartucho del año sin grandes alardes. Ha sido un día insulso, con poco movimiento en los precios y con un corto volumen de contratación. Pero no ha sido un día perdido. Ha habido tela que cortar. La Bolsa abrirá mañana, día 31, aunque con horario reducido. Las operaciones terminarán a las dos de la tarde en el día de Nochevieja. Mañana, -seguramente con buen criterio-, permanecerán cerradas las plazas financieras de Alemania, Italia, Reino Unido y Japón, lo que garantiza una sesión muy descafeinada en las plazas financieras que sí operen, como la española. El viernes, día 1 de enero, es festivo en todos los mercados mundiales.

Los inversores han evitado asumir nuevos riesgos. En el ánimo de los mercados ha pesado el brusco incremento de contagios y fallecimientos por coronavirus en esta nueva oleada de la pandemia. Las luces rojas se han encendido en Estados Unidos, Brasil, Gran Bretaña o Alemania. También en España. Los sistemas de salud de estos países se encuentran sometidos a una gran presión y, en algunos casos, al borde del colapso. La única buena noticia en el terreno sanitario es que el Reino Unido ha aprobado la vacuna de Astra Zeneca y la Universidad de Oxford.

En el decorado geopolítico hay otros focos de incertidumbre. Uno de ellos se encuentra en las elecciones en el Estado de Georgia, que se celebrarán el 5 de enero y que marcarán la diferencia sobre el control del Senado estadounidense. Si los demócratas toman el control del Senado (ya tienen mayoría en el Congreso) el presidente entrante, Joe Biden, se encontrará en un ambiente favorable para llevar a cabo sus reformas económicas y sociales sin oposición parlamentaria. Por el contrario, si los republicanos mantienen el control de la cámara alta, como parece probable, Biden podría verse forzado a modificar algunas de sus líneas de actuación.

Hay otra duda también el corto plazo. En Estados Unidos han surgido las incertidumbres sobre el incremento en los cheques directos que recibirán los ciudadanos. El llamado “helicóptero de dinero”. El presidente saliente, Donald Trump, ha solicitado que pasen de 600 a 2.000 dólares por persona, para tratar de revitalizar el consumo y reanimar la actividad económica. Pero incluso los republicanos del Senado han enfriado los ánimos. Consideran que ya es suficiente la primera cantidad -esos 600 dólares- que se contempla en el plan de estímulo. La votación definitiva se producirá mañana en la cámara alta estadounidense.

Por cierto que el déficit comercial de Estados Unidos ha crecido en noviembre hasta 84.800 millones de dólares, frente a los 80.400 contabilizados un mes antes. El dólar ha perdido fuelle frente a las divisas europeas. Hoy el euro roza el cambio de 1,23 dólares, su precio más alto desde el año 2018, mientras la libra esterlina supera el listón de 1,36 dólares.

En el lado positivo, los mercados celebran el acuerdo entre China y la Unión Europea sobre inversiones y relaciones comerciales. Es un acuerdo importante, que garantiza a las empresas europeas que puedan competir en igualdad de condiciones con las compañías del gigante asiático.

Las Bolsas han aguantado bien. De hecho, la de Fráncfort se mantiene sin problemas en zona de máximos históricos. También Wall Street está en niveles récord. Dentro de casa, el índice Ibex 35 ha cerrado en 8.154 puntos con pérdida de un 0,25 por ciento. Todavía está muy lejos de su máximos, que se sitúan por encima de los 16.000 puntos. Es decir, el Ibex tendría que doblar sus niveles actuales para alcanzarlos.

Hoy han subido IAG, Meliá Hoteles, y las empresas acereras. En negativo Telefónica y Banco Santander. Ha subido Unicaja y ha bajado Liberbank. Ya entra en su recta final la fusión. La operación permitirá al nuevo banco aumentar el ratio de eficiencia, eliminar activos improductivos, mejorar el beneficio por acción y un ahorro de costes de 190 millones de euro anuales. La ecuación de canje es de acción de Unicaja por cada 2,77 de Liberbank. Unicaja ampliará capital para afrontar la operación. Los analistas no descartan la posibilidad de que una ve que se materialice la fusión, la nueva entidad busque un nuevo socio que se sume al proyecto para reforzar su posición en el mercado y para consolidar sus proyectos de futuro. Los augures creen que esa tercera pata podría ser Ibercaja. Consideran que sería la opción con mayor lógica empresarial.