¿Cómo mantener el coche a punto durante la cuarentena?

Arrancar el vehículo de vez en cuando, clave para evitar problemas

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Joaquín Vizmanos

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Estos días, durante el periodo de confinamiento son muchos los que se preguntan cómo puede afectar a sus vehículos este estado de inactividad y qué consecuencias puede tener. Desde  el departamento técnico de ASETRA, la Asociación de Talleres de Automoción, Juan Carlos García Gordillo nos ha hecho una guía con algunos puntos a tener en cuenta, independientemente de si tenemos nuestro coche inmovilizado parcial o totalmente, en la calle o en el garaje.

Batería: Uno de los elementos que debemos de tener en cuenta es la carga de la batería. Dependerá del estado en la que esté pero puede quedar descargada al cabo de un mes por falta de uso. En los vehículos más antiguos este problema se solucionaba con la desconexión del terminal negativo, pero en los más modernos esto podría suponer la desconfiguración de múltiples elementos, siendo para ello necesario s eguir los protocolos indicados por los fabricantes. Para evitar la descarga de la batería es suficiente con arrancar el coche de vez en cuando unos minutos hasta alcanzar la temperatura optima de funcionamiento del motor, alrededor de los 85-90° C. Hay que tomar siempre la precaución de realizar esta operación en el exterior o en un lugar bien ventilado. Podemos aprovechar por ejemplo los desplazamientos permitidos para la adquisición de productos de primera necesidad, si para ello necesitamos utilizar nuestro vehículo.

Activación de elementos eléctricos: Aprovechando el momento en el que tenemos el vehículo en marcha debemos activar elementos como las luces, los lavaparabrisas y limpiaparabrisas, espejos retrovisores eléctricos, ventanillas y por supuesto el aire acondicionado o el climatizador. 

Neumáticos: Durante este tiempo de inactividad es necesario que los neumáticos se encuentren a la presión adecuada, procurando mover el vehículo de vez en cuando aunque solo sean unos centímetros con el fin de liberar a éstos de la carga continua en un punto de apoyo concreto, eliminando así posibles deformaciones localizadas.

Líquidos: Con respecto a los diferentes fluidos utilizados por el vehículo son pocas las precauciones que deberemos tomar. Solo resaltar que cuanto menos combustible tengamos en el depósito más rápida será su evaporación, por lo que será conveniente que éste se encuentre por encima de la mitad de su capacidad, especialmente si se trata de un vehículo de gasolina. Este consejo solo es válido para periodos de corta duración, ya que cuando se trata de una duración de inactividad de varios meses es recomendable tener la menor cantidad de combustible en el depósito para evitar la descomposición del carburante que afectaría al posterior funcionamiento.

Revisiones: Es posible que durante este periodo de confinamiento a nuestro vehículo le corresponda una revisión programada por el fabricante o indicada por el propio vehículo. En este caso no debemos de preocuparnos. Podemos esperar con tranquilidad los lubricantes y elementos a sustituir en una revisión pueden soportar más kilómetros de los indicados, intentando no sobrepasar más allá de los 1.000 km., algo improbable en la actual situación sino no nos dedicamos al transporte o actividades autorizadas por el estado de alarma. Otra posibilidad es que a nuestro vehículo le corresponda durante este periodo una inspección técnica de vehículos (ITV), tampoco nos supondrá un problema ya que éstas han quedado suspendidas hasta la finalización de la actual situación, siempre y cuando nos haya caducado dentro de dicho periodo y no con anterioridad.

Habitáculo: Como principal prevención conviene dejarlo vacío, evitando dejar ningún tipo de alimento o productos perecederos, ni objetos que puedan suponer una tentación para los amigos de lo ajeno. Los vehículos antiguos son más propensos a la falta de estanqueidad y por tanto a las filtraciones de olores o acumulación de humedad, existiendo como remedio productos antihumedad para evitar este problema. También es conveniente proceder a una ventilación periódica del interior y utilizar algún producto desinfectante pulverizable o productos fungicidas para pulverizar a través de los conductos de ventilación.

Carrocería exterior: Lo ideal sería que nuestro vehículo estuviese estacionado en un garaje cubierto, cuyo mayor problema sería la acumulación de polvo, solucionable con la eliminación de éste periódicamente o colocando una funda protectora, evitando también la caída constante de gotas de agua procedentes de los tubos del desagüe en un mismo punto de la carrocería.

En el caso de tener que estacionarlo en el exterior evitar en la medida de lo posible los excrementos de aves y resinas procedentes de algunos árboles. Si le ocurre, hay que eliminarlos lo antes posible. Otro enemigo de la carrocería exterior y del interior son los rayos UV (radiación ultravioleta). El interior podemos protegerlo con los conocidos parasoles. El exterior es más complejo ya que requeriría localizar zonas más sombreadas o utilizar una funda para la carrocería, con el riesgo de atraer de nuevo a los amigos de lo ajeno.

Desinfección: Si por el motivo que sea en la actual situación tenemos que utilizar el vehículo con asiduidad deberemos adoptar algunas medidas de protección:

Utilizar guantes desechables para reducir los riesgos de transmisión.

Emplear una solución de agua con jabón y alcohol de limpieza al 70% para limpiar el volante, tiradores de las puertas, pomo de la palanca de cambio, botones de control y cinturón de seguridad.

No utilizar lejía, agua oxigenada o amoniaco, ya que podrían deteriorar los materiales de los elementos interiores. 

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