El coronavirus le da un nuevo revolcón a las Bolsas mundiales
Las previsiones hablan de que la epidemia podría ralentizar el crecimiento de la economía mundial
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La Organización Mundial de la Salud finalmente decretó ayer la alerta sanitaria internacional. Los analistas de JP Morgan estiman que esta epidemia restará más de un punto al crecimiento económico de China y tres décimas a la economía mundial. Por su parte, Goldman Sachs cree que el virus chino reducirá el PIB de aquél país en un 0,4 por ciento. También pronostica un deterioro de cuatro décimas en la economía de Estados Unidos. En este sentido, el propio presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, considera que el coronavirus es el principal riesgo para la economía y para los mercados en estos momentos. Ha asegurado que si China se desacelera, la economía mundial lo notará. Los expertos de Societé Generale temen una corrección del 10 por ciento en las grandes Bolsas si se agudiza la crisis del coronavirus. La de Shanghai volverá a abrir sus puertas el lunes, tras un largo periodo de vacaciones por el nuevo año lunar. Los inversores temen este regreso como a un nublado.
Con estas referencias, todas las Bolsas mundiales han vivido hoy una sesión de enorme crispación. La Bolsa de Milán ha caído más de un 2 por ciento, mientras los mercados estadounidenses se dejan esta tarde más del 1 por ciento. El índice Ibex 35 ha cerrado en 9.367 puntos, con baja de un 1,16 por ciento. La semana bursátil se salda con una caída del 2 por ciento.
Ha llamado la atención el desplome del Banco Sabadell. Ha caído un 14 por ciento, hasta 81,4 céntimos por título. El mercado ha cotizado muy negativamente las pérdidas que ha dado la entidad en el cuarto trimestre del año, así como las débiles previsiones para el ejercicio en curso. En el conjunto del año 19 el banco ha aumentado su beneficio un 134 por ciento, hasta 768 millones de euros. Ha anunciado un dividendo complementario de dos céntimos por acción, que se sumarán a los otros dos que ya ha abonado. El presidente del Sabadell, Josep Oliú, ha descartado fusiones, “de momento”. Y eso ha enfriado los ánimos en un mercado que ha especulado insistentemente con una con una posible fusión de Bankia con Sabadell o BBVA.
Debilidad también al cierre en BBVA, cuyo beneficio se ha reducido un 35 por ciento el año pasado, hasta 3.512 millones. Este descenso se debe al esfuerzo de saneamiento que ha realizado la entidad en su filial de estados Unidos y a la ausencia de plusvalías extraordinarias. Con ligeras subidas ha cerrado Caixabank, que ha ganado 1.705 millones de euros en 2019, lo que supone un descenso del 14 por ciento. Aún así, ha batido las previsiones del mercado. Su resultado se ha visto perjudicado por el coste del ERE que ha afectado a 2.000 empleados. Sin contar con el impacto de la reducción de plantilla, Caixabank habría aumentado su beneficio un 20 por ciento, hasta 2.390 millones.
En los demás mercados la libra esterlina sube con alegría en el último día del Reino Unido en el seno de la Unión Europea. La divisa británica se cambia por 1,3180 dólares y por 1,19 euros. Mientras tanto, el petróleo sigue de capa caída. La menor demanda de carburantes en China ha hecho caer el precio del crudo esta semana de más de 62 a menos de 57 dólares. Y vuelve a subir el oro, que reclama su papel de activo refugio para tiempos convulsos. La onza se paga a 1.587 dólares por onza. Ha subido 75 dólares en lo que va de año.
En el mercado de deuda baja la rentabilidad de los bonos, lo que indica que las compras empujan los precios al alza. Las obligaciones españolas de referencia a diez años ofrecen un 0,23 por ciento. El “bund” alemán rinde poco más del 0,40, mientras los bonos de EEUU ofrecen una rentabilidad del 1,53 por ciento. El dinero internacional, por tanto, vuelve a buscar refugio en el oro y en deuda pública. Es la forma que tienen los grades inversores de ponerse una mascarilla para evitar el virus.