España sufre la mayor pérdida de poder adquisitivo de los últimos 45 años

La recesión económica en España ha alcanzado datos previos a la crisis de 2008, con una bajada de la renta bruta hasta los 26.537 euros anuales en 2020 según los datos de Statista. Las familias españolas están sufriendo la mayor pérdida de poder adquisitivo de los últimos 45 años y el país ha sido el que más se ha resentido por las consecuencias de la pandemia.

La suspensión de la actividad económica hizo que aumentaran las personas inactivas y que un sector de la población se acogiese a los expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). La reducción de ingresos provocó que millones de familias redujesen su poder adquisitivo, pero la recesión no solo se debe a la crisis de la covid-19 y las restricciones que se fijaron para frenar la expansión del coronavirus. Entre los diferentes colectivos, destaca la disminución del poder adquisitivo de los asalariados en un 1%, la reducción del 1,6 puntos de los pensionistas y la pérdida de un 10% acumulado de los funcionarios.

Además, el informe del Anuario del Mercado de Trabajo realizado por Adecco Group Institute revela que el salario real cayó un 2,7% en el 2020. Este descenso representa la mayor pérdida de poder adquisitivo del salario medio en al menos 45 años.

El aumento del Índice de Precios de Consumo (IPC) ha generado que el poder adquisitivo de las familias españolas disminuya. El Banco de España advirtió del crecimiento de la inflación en los bienes y servicios, pero apuntaba que esta subida de precios se moderaría en el futuro. Sin embargo, un nuevo informe sobre las previsiones del BCE revela que podrían perdurar más tiempo debido a efectos indirectos y de segunda vuelta.

En este sentido, la subida de la luz y el gas ha provocado un aumento en los costes de producción de los bienes y servicios, lo que ha provocado un aumento de los precios de venta y que la inflación disminuya la capacidad de compra de las familias. Además, esta situación genera un doble impacto, ya que también aumenta la factura de los particulares haciendo que dispongan de menos dinero para otros bienes y servicios.

Otro aspecto de gran impacto en la pérdida de poder adquisitivo de las familias ha sido la subida de impuestos impuesta por el Gobierno, que reduce el capital disponible de los particulares al disponer de un salario neto más bajo. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la medida recaudatoria ha tenido un impacto en la inflación de una décima en la inflación.