Los mercados reciben con tibieza las agridulces cifras de empleo de Estados Unidos
El índice Ibex 35 ha cerrado el viernes en 8.907 puntos con baja de un 0,28 por ciento
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Los inversores no se han dejado impresionar por los datos de empleo que han publicado a primera hora de la tarde en Estados Unidos. Han sido unas cifas agridulces. La tasa de paro, contra todo pronóstico, ha aumentado una décima, hasta el 5,9 por ciento. Sin embargo, la economía estadunidense ha sido capaz de crear el mes pasado 850.000 empleos no agrícolas. El consenso del mercado esperaba no más de 700.000. Pese a esta cifra, el país de las barras y las estrellas todavía cuenta hoy con alrededor de 7,5 millones de desempleados más de los que tenía antes de la pandemia. La Bolsa de Nueva York sube ligeramente esta tarde, pero lo suficiente para marcar nuevos máximos históricos en sus índices Nasdaq y S&P 500. El dólar sigue fuerte en su cruce contra la divisa europea. El euro se cambia esta tarde por poco más de 1,18 dólares.
El Fondo Monetario Internacional cree que el precio del dinero comenzará a subir en Estados Unidos a finales de 2022 o comienzos del año 23. El aumento del gasto público y la recuperación económica manienen la inflación muy por encima del objetivo del 2 por ciento que maneja la Reserva Federal. Además, el FMI estima que la Reserva comenzará a reducir sus compras de bonos y otros activos en la primera mitad del año próximo.
En el mercado de deuda pública el rendimiento del bono de Estados Unidos a diez años se ha reducido hasta el 1,44 por ciento, cuando hace un par de meses superaba el 1,7 por ciento. También es verdad que el año pasado por estas fechas su rentabilidad apenas alcanzaba el 0,7 por ciento. Las obligaciones españolas al mismo plazo ofrecen un rendimiento del 0,37 por ciento. Tambén ha bajado con rapidez en las últimas horas. Los expertos de Goldman Sachs estiman que un aumento de la rentabilidad de los bonos de Estados Unidos hasta el 2,5 por ciento podría provocar una caida de hasta un 17 por ciento en la Bolsa de Nueva York. Sin embargo no es muy probable que el rendimiento de los bonos se eleve tanto, ni siquiera en un escenario de fuerte repunte de la inflación. Seguramente el rendimiento del bono se quedará por debajo del 2 por ciento. Si finalmente los tipos se mantuvieran en torno a los niveles actuales hasta fin de año, la Bolsa podría subir todavía un poco más. Los expertos creen que el índice S&P 500 podría llegar a los 4.700 puntos, frente a los 4.300 de estos días.
El índice Ibex 35 ha cerrado el viernes en 8.907 puntos con baja de un 0,28 por ciento. En el conjunto de la semana ha retrocedido un 2 por ciento. Pese a este paso atrás, acumula una subida del 10 por ciento en el conjunto del año. En los últimos días todas las acciones mundiales han alcanzado un valor récord –grosso modo- de 120 billones de dólares, lo que supone más de un 130 por ciento del PIB del planeta. Con las Bolsas de Estados Unidos y varias de las europeas en niveles máximos históricos, la capitalización mundial se ha disparado en cerca de 900.000 millones de dólares en las últimas sesiones. Los grandes indicadores de Wall Street, también la Bolsa de Francfort, el índice bursátil mundial MSCI y el Stoxx 600 paneuropeo se encuentran en máximos históricos o muy cerca de ellos. La Bolsa española se mueve en su nivel más alto de los últimos quince meses, pero todavía está muy lejos de sus máximos históricos que alcanzó en 2007 con un registro muy cercano a los 16.000 puntos.
En el mercado de las materias primas, el petróleo se paga ya a 76 dólares por barril. Se ha encarecido más de un 45 por ciento en lo que va de año. Es su precio más alto de los últimos tres años, lo que ha disparado el precio de los carburantes. La gasolina y el gasoil se encuentran hoy en su precio más alto de los últimos siete años. La Agencia Internacional de la Energía estima que la demanda de crudo crecerá este año en casi 5 millones y medio de barriles por día. Incluso si Irán volviera a retomar pronto sus exportaciones, la oferta se quedaría corta. Los analistas creen que de seguir así las cosas el precio de los carburantes subirá probablemente todavía más a lo largo de los próximos meses.