El IPC modera su subida en marzo al 3,3%, pero los alimentos se han encarecido ya un 16,5% respecto a hace año
El dato de IPC de marzo confirma que la inflación noda tregua y que hay productos básicos como las patatas, las legumbres y la carne de cerdo que suben más
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La cesta de la compra sigue en máximos. Los alimentos y bebida no alcohólicas vuelven a subir en marzo, cuestan un 16,5% más que hace un año y se encarecen un 1,1% con respecto al mes anterior.
El INE confirma de esta manera el recorte de los precios en general, gracias al abaratamiento de electricidad y carburantes, un recorte en el ritmo de subida, que pasa del 6% en febrero, al 3,3% en marzo, se nota el efecto escalón, comparando con marzo del año pasado cuando la guerra de Ucrania elevo los precios en casi un 10%.
La inflación subyacente que se confirma en el 7,5%, la que quita alimentos frescos y energía, se consolida por encima de la media europea, dos puntos más, es la inflación más difícil de corregir. Y no hay que olvidar en desde marzo del año pasado el coste de la vida acumula una subida del 13%.
El dato adelantado dejaba la tasa interanual en el 3,3%, casi la mitad que, en febrero, por el efecto escalón al comprar con marzo de 2022, cuando los precios se dispararon hasta casi el 10%. Este dato ofrece al detalle cómo se comportaron los precios, nos interesan sobre todo los alimentos que quedaron en máximos en el febrero y que según el Banco de España no habrían tocado techo.
PRECIO DE LOS ALIMENTOS
La mayoría de los alimentos con el IVA eliminado o reducido desde comienzos de 2023 subieron de precio en marzo con respecto al mes anterior y en lo que va de año.
El Índice de Precios de Consumo (IPC) refleja que en marzo solo los aceites comestibles que no son de oliva y las frutas frescas o refrigeradas bajaron de precio en comparación con febrero, el 2,9 y el 0,2 %, respectivamente.
Desde que en enero entró en vigor la decisión del Gobierno de suprimir o reducir el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) a ciertos alimentos básicos para contener la inflación, la mayoría de las categorías a las que se aplica la medida se han encarecido.
Los únicos productos que se han abaratado en los primeros tres meses del año respecto al mismo periodo de 2022 son otros aceites comestibles (-11,2 %), las pastas alimenticias y el cuscús (-2,9 %), las harinas y otros cereales (-2 %), y las legumbres y hortalizas congeladas (-1,8 %).
Las legumbres y hortalizas frescas o refrigeradas han experimentado las mayores subidas de precio tanto en tasa mensual, del 5,7 % respecto a febrero, como desde enero, del 17,7 % respecto al mismo periodo del año anterior.
En comparación con marzo de 2022, el aceite de oliva fue el producto con el IVA reducido que más se ha encarecido (+32,1 %), seguido de la leche entera (+30,8 %) y la leche desnatada (+30,3 %).
En su último paquete de medidas contra los efectos de la guerra en Ucrania, el Gobierno suprimió el IVA durante seis meses al pan común y a las harinas panificables; la leche, los quesos y los huevos, así como las frutas, las verduras, las hortalizas, las legumbres, los tubérculos y los cereales que fueran productos naturales o frescos.
Además, el Ejecutivo redujo el IVA del 10 al 5 % a los aceites de oliva y de semillas, y a las pastas alimenticias.
Ya en febrero los alimentos tocaron un nuevo máximo histórico, subiendo un 16,7% con respecto al mismo mes del año anterior. El dato adelantado de marzo nos dejaba un fuerte recorte de la inflación general en tasa interanual, quedando en el 3,3%, frente al 6% del mes de febrero, gracias al abaratamiento de la electricidad y los carburantes.
Pero, sobre todo, debido al efecto escalón. El efecto guerra de Ucrania, al comparar con marzo del 2022, cuando los precios se desbocaban rozando el 10% de subida. Los analistas no descartan más efectos de este tipo con un nuevo repunte de la inflación en abril. Y ojo a la subyacente, la que quita alimentos frescos y energía, la más persistente, que había quedado en el 7,5%, casi dos puntos por encima de la media de la eurozona.
Cómo se calcula
Estos bienes y servicios para calcular el IPC están diferenciados en 12 categorías que comprenden casi 500 artículos que el Instituto Nacional de Estadística considera representativos, cada uno con una ponderación dependiendo del presupuesto destinado por las familias a ese bien o servicios: alimentación y bebidas no alcohólicas (22,6%), bebidas alcohólicas y tabaco (3,1%), vestido y calzado (6%), vivienda (14,2%), menaje (5,8%), medicina (4,4%), transporte (13%), comunicaciones (3,6%), ocio y cultura (6,4%), enseñanza (1,6%), hoteles, cafés y restaurantes (13%) y otros (6,3%).
Con la cesta del IPC fijada, se debe calcular el coste en los distintos periodos. Para ello, se consultan distintas fuentes como minoristas, supermercados, almacenes y negocios online. Además, se recogen datos en organismos estatales, empresas energéticas e inmobiliarias. Se establece un periodo base para que sea el punto de partida y con este se comparen las variaciones de precios.
Con todos estos datos, se divide el precio de la cesta de la compra entre los bienes y servicios en un periodo y otro y posteriormente se multiplica por 100 para calcular el porcentaje de aumento o descenso. Estos productos están en constante actualización, incluyendo los nuevos bienes y servicios relevantes del mercado y se eliminan los que caen en desuso.