Más disgregación soberanista que nunca: ocho listas y sin hoja de ruta común
Estas son las opciones que batallarán por el voto soberanista el 14F
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tres años y cuatro meses después del referéndum unilateral del 1-O, el soberanismo catalán se presenta a las elecciones del 14 de febrero más disgregado que nunca, dividido en ocho candidaturas, desgastado por peleas internas y sin una hoja de ruta unitaria para enfocar los próximos pasos del 'procés'.
Estas son las opciones que batallarán por el voto soberanista el 14F:
JXCAT-ERC: ENÉSIMO PULSO POR LA HEGEMONÍA
El 29 de enero de 2020, después de que el presidente del Parlament, Roger Torrent, acatara la orden judicial y lo dejara sin escaño tras su inhabilitación, el entonces president Quim Torra dio por rota la unidad entre socios de Govern y anunció elecciones.
El estallido de la pandemia de coronavirus ha obligado a JxCat y ERC a convivir un año más, pero los rifirrafes internos han sido constantes, acompañados por un progresivo alejamiento estratégico: mientras Oriol Junqueras patrocina desde la cárcel de Lledoners un giro posibilista y un diálogo con el Estado, Carles Puigdemont receta desde Bélgica "confrontación" y vía unilateral para culminar el proceso hacia la "república catalana" que embarrancó en 2017.
Si el soberanismo suma de nuevo mayoría absoluta, la presidencia recaerá en la fuerza independentista que recabe más apoyos: el vicepresidente del Govern y candidato de ERC a la Generalitat, Pere Aragonès, hombre de confianza de Junqueras, pugna con la candidata efectiva de JxCat, Laura Borràs, unilateralista y próxima a Torra.
Demòcrates de Catalunya, escisión independentista de la extinta Unió, ha cambiado de aliados en estos comicios: descontenta con el pragmatismo de ERC, se ha incorporado ahora a las listas de JxCat.
ATOMIZACIÓN EXCONVERGENTE
El pasado septiembre, el espacio político de JxCat se partió en dos: el PDeCAT, formación heredera de la antigua CDC, emprendió su propio camino, enarbolando la bandera del independentismo moderado, al discrepar de la estrategia de confrontación de Puigdemont.
La exconsellera Àngels Chacón, expulsada entonces del Govern por decisión de Torra, intentará superar la barrera del 3% de los votos para conseguir representación, con el apoyo discreto del expresident Artur Mas y la implicación de la exdirigente de Unió Joana Ortega, fichada como número dos de la candidatura por Barcelona.
El mundo exconvergente presenta una tercera lista, con escasas opciones de lograr escaños: Marta Pascal, excoordinadora general del PDeCAT, rompió con su antiguo partido la pasada primavera y fundó el Partit Nacionalista de Catalunya, una voz del soberanismo moderado que pide pasar página del 'procés'.
EL RETO DE LA CUP
La izquierda independentista y anticapitalista irrumpió por primera vez en el Parlament en 2012 con tres diputados, los amplió a diez en 2015 y cayó a cuatro en 2017, una cifra que ahora, según las encuestas, puede volver a crecer si la CUP aprovecha el desgaste de JxCat y ERC.
Para tratar de ensanchar su base electoral, la CUP ha decidido conceder el número uno de su lista a la exalcaldesa de Badalona y líder de Guanyem Badalona en Comú, Dolors Sabater, si bien la dirección ya ha corregido alguno de sus ejes estratégicos iniciales: se aleja, así, la posibilidad de su entrada en un futuro Govern.
ALTERNATIVAS EN LOS EXTREMOS
Habrá papeletas más residuales: Primàries Catalunya, que tilda de "autonomistas" a JxCat y ERC y defiende "levantar la suspensión de la declaración de independencia" de 2017, presenta listas en las cuatro circunscripciones catalanas, mientras que el Moviment Corrent Roig, en alianza con la Asamblea de Represaliadas y Activistas que impulsa Roger Español, concurre en Tarragona.
Más controvertidas son las siglas del Front Nacional de Catalunya, que se presenta en las cuatro provincias con un discurso identitario que lo ubica en territorio de la extrema derecha. EFE