Bush contra Al Gore: el precedente de una elección que acabó en los tribunales
Por aquel entonces, la ocupación de la Casa Blanca también estuvo muy reñida por un puñado de votos en California
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El 26 de noviembre del 2000, EEUU proclamaba a su nuevo presidente, Bush. La diferencia entre George W. Bush y su adversario demócrata, Al Gore fue de 537 votos. Tres semanas después de los comicios, el estado de Florida declaraba al republicano ganador.
Sin embargo, estuvo muy reñida la ocupación de la Casa Blanca. La noche electoral del 7 de noviembre, hace casi 20 años, los resultados que se iban conociendo gracias al escrutinio alternaban a Gore y a Bush. No había nada claro. Las acusaciones de fraude se sucedían, tal y como está sucediendo ahora con Trump y Biden.
Un experto estadounidense llamado Andrew E. Busch y coautor de 'The Perfect Tie: The True Story of the 2000 Presidential Election' recuerda esa vorágine electoral. Entre otras cuestiones, cuenta lo siguiente: "Cuando la ventaja entre ambos se redujo a 2.000 votos en Florida, la televisión dio marcha atrás, ya que se produjo un fracaso de las encuestas a pie de urna".
Cuando finalmente quedó claro el resultado de Florida, y tal y como contó The New York Times, Bush preguntó: "¿Quiere decir, señor vicepresidente que se está retractando de su concesión?" A lo que Gore respondió: "No tiene que ser sarcástico. Y déjame explicarte algo. Tu hermano menor no es la máxima autoridad en esto".
Gore se refería a Jeb Bush, el hermano menor del candidato a presidente que era gobernador de Florida. Por tanto, la forma de recuento y cómo los votantes recibían sus papeletas, se convirtió en objeto de polémica. Esto sumado a la escasa diferencia entre Bush y Gore encendía a los que apoyaban a ambos mandos.
Finalmente, la Corte Suprema de Florida dictó que se produjo un recuento de votos insuficiente en los 67 condados de Florida. Algo que Bush denunció rápidamente acudiendo a este Alto Tribunal.
En los últimos comicios, la escena se repite: la presidencia estadounidense está muy ajustada
Los reproches entre Trump y Biden se vienen produciendo (y ahora más que nunca) a cuenta del recuento de votos. Trump agitaba este miércoles el fantasma del fraude electoral y aseguraba que la supuesta ventaja que tenía en algunos estados había "desaparecido mágicamente".
Mientras, el candidato del Partido Demócrata a la Casa Blanca ha prometido que su campaña no parará "hasta que se cuenten todos los votos" después de que el republicano haya planteado la paralización del recuento por supuestas irregularidades en el proceso.