El estado de salud de Donald Trump pone todas las miradas en las próximas elecciones de noviembre
En el caso de que el presidente no se encontrase bien de salud, la Constitución americana prevé que sea el vicepresidente en tomar el poder
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Este sábado la Casa Blanca se ha convertido en protagonista tras un día lleno de informaciones contradictorias acerca del estado de salud del presidente americano, Donald Trump, quien ha dado positivo en la covid-19 en las últimas horas.
En el turno de mañana de este sábado el médico del presidente, Sean Conley, afirmaba en una rueda de prensa acompañado de todo su equipo que el candidato republicano "está muy bien" y que todos los facultativos se encontraban "extremadamente contentos con su progreso" tras haber tenido que ser ingresado el viernes a última hora en el hospital militar de Walter Reed.
Pero por la tarde las informaciones han cambiado su rumbo y han generado más preocupación. Según ha revelado el jefe de Gabinete de Trump a la prensa que cubre la Casa Blanca, los signos vitales de las últimas 24 horas del presidente "han sido muy preocupantes" y apuntaba las próximas 48 horas como clave. Advertía, además, que el estado de salud del presidente aún no se está en el camino "para una recuperación plena".
Desde ese momento, la presión para conocer la última hora de Trump ha incrementado y a última hora de este sábado ha sido el propio presidente quien ha querido dirigirse a la Nación a través de su perfil oficial de Twitter en el que afirmaba que ahora estaba mucho mejor, lo que ha conseguido despistar a muchos, que no entendían lo sucedido horas antes: "Ahora estoy mucho mejor. Trabajamos duro para que regrese, tengo que volver. Solo os diré que estoy bien y estos próximos días supongo que serán la verdadera prueba, lo que pase en los próximos dos días".
Las consecuencias del estado de salud de Trump en las elecciones
La cercana fecha de las cita electoral y los malos pronósticos que ofrecen las encuestas para Trump, ha hecho que muchos consideren que este tumulto de informaciones verdaderamente esconden una estrategia para sacar rédito electoral a Joe Biden, quien ha dado negativo en la prueba de la covid-19 y con quien se ha enfrentado este miércoles en el primer debate electoral.
Otros, en cambio, han intentado saber cuáles serían las consecuencias en el caso de que Trump empeorara, cediera sus poderes o falleciera. Aunque es poco probable que ninguna de las tres ocurra, tal y como lo ha hecho saber el propio equipo del presidente, lo cierto es que la línea sucesoria dentro de la Casa Blanca está muy pautada por la Constitución americana.
La Carta Mana deja claro que sería el vicepresidente el encargado de suceder al presidente en el caso de que este muera o quedase incapacitado. En el actual tablero político estadounidense, el primero en la línea sucesoria es Mike Pence, el actual vicepresidente del país y con quien Trump se presenta a las elecciones. Pince, de 61 años, ha dado negativo en la prueba de la covid-19.
En concreto, este artículo está recogido en la vigesimoquinta enmienda de la Constitución y en su largo recorrido ha sido utilizada en ocho ocasiones. La última tuvo lugar en 1963 tras el asesinato de F. Kennedy, cuando Lyndon B. Johnson tomó posesión como presidente hasta unos nuevos comicios, ya que en 1974 fue Nixon quien dimitió del cargo.
El Congreso, asimismo, ha ido revisando la línea sucesoria del país y tras la muerte de Franklin. D. Roosevelt el Congreso americano aprobó La Ley de Sucesión Presidencial, que contempla, entre otras cosas, lo que ocurre en el caso de que también fallezca el vicepresidente del país.
En ese caso, recoge la ley, sería la presidenta de la Cámara de Representantes quien tomase los mandos del país. Ahora es Nancy Pelosi, de 80 años, quien ostenta el cargo y también ha dado negativo la prueba por la covid-19.
Pelosi es conocida por sus ataques contra el presidente americano, y aunque ha lamentado la noticia, ha explicado que estas son las consecuencias de quien no usa mascarillas y está rodeado de gente en cualquier sitio. "Fue una espacie de invitación descarada para que esto sucediera", ha dicho en una entrevista, aunque ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad y ha asegurado "que la continuidad del Gobierno siempre ha sido prevista".
Otra de las opciones es que Trump, por iniciativa propia y al estilo de lo que ha hecho Boris Johnson, ceda sus poderes temporalmente. En ese caso, Trump debería notificar a través de una carta a la presidenta de la Cámara del Senado la transferencia de poder que iría dada al vicepresidente, una opción que de momento está descartada por parte de la Casa Blanca.
Donald Trump llega a la recta final de la carrera electoral -que se celebra en apenas 30 días- tras unos meses en los que ha mostrado poca atención al virus y habiendo dejado declaraciones que ya han pasado al diario que recoge la historia de esta pandemia. Veremos si durante las próximas jornadas hay un nuevo pronunciamiento del presidente.