Sánchez anuncia que este martes aprobará su plan sobre los medios y contra la máquina del fango

El Consejo de Ministros aprobará este martes el plan de regeneración, principalmente centrado en los medios de comunicación y en la publicidad institucional, anunciado el pasado mes de abril por Pedro Sánchez después de los cinco días de reflexión que se tomaba tras comenzar la investigación judicial del titular del juzgado número 41 de Madrid sobre su esposa, Begoña Gómez. 

Un anuncio que se ha producido en la reunión que ha mantenido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con los diputados, senadores y europarlamentarios socialistas en el Congreso de los Diputados.

Dejarse la piel  porque hay gobierno para rato

En la reunión Sánchez ha afirmado que se va "dejar la piel" para lograr más avances sociales, y para ello, ha instado a sus parlamentarios al diálogo y al acuerdo con otros grupos, abriéndose a sus propuestas, y superar así el bloqueo de la oposición.

Sánchez ha lanzado este mensaje en la reunión que ha mantenido con los diputados, senadores y europarlamentarios socialistas para analizar las expectativas del nuevo curso político, haciendo hincapié en que es la primera vez desde que llegó al Ejecutivo que hay por delante 18 meses sin elecciones a la vista.

Por ello cree que es el momento para el diálogo y para el acuerdo desde el lugar en el que a cada uno hayan puesto los electores y ha tendido la mano a todos los grupos del Parlamento para seguir avanzando en la senda del crecimiento, la creación de empleo, los avances sociales y la convivencia.

"Es evidente que hay Gobierno para largo y toca sentarse a negociar medidas que resuelvan los problemas y las demandas de nuestros conciudadanos. En el Ejecutivo vamos a hacerlo. Mi mano está tendida. La puerta de la Moncloa está abierta a todo aquel que quiera negociar y que quiera sumar", ha garantizado.

A renglón seguido ha pedido a sus parlamentarios que hagan lo mismo, que sean dialogantes y propositivos, que no pierdan el tiempo con quienes sólo desean destruir y que se abran a las ideas y necesidades de otras fuerzas políticas sin olvidarse de las suyas.

Pese a las dificultades, está convencido de que es posible seguir sacando iniciativas adelante.

"Si se quiere, se puede. Y nosotros, como queremos, pues evidentemente vamos a poder. De modo que no nos dejemos confundir por aquellos que quieren convertir el Congreso y el Senado en un espectáculo poco edificante", ha añadido.

el pp, objetivo de sus críticas

Ha invitado además a rechazar el "chantaje" de quienes pretenden bloquear todo, impulsando una política útil y acordando con partidos diferentes de los que separan muchas cosas a los socialistas, algunas "insalvables", pero hay otras que les unen, como el deseo de evitar que "la ola ultra" arrastre a España a una época oscura.

Sánchez, que ha repetido que afronta el nuevo curso político con "las pilas cargadas", ha recalcado que todo lo que hace el Gobierno es para la mayoría social del país y que preside un Ejecutivo "limpio y eficaz" que ha ido desmontando acusaciones de la oposición como que iba a romper España cuando ha logrado que el país esté "más unido que nunca", o que España se hundiría económicamente.

"Ellos dicen, dicen y dicen, y mientras, nosotros hacemos, hacemos y hacemos", ha subrayado para reiterar un mensaje de optimismo en el futuro "frente a la desesperación de una oposición destructiva".

Sánchez ha acusado también a la oposición de ignorar o despreciar cuestiones claves de la realidad política como que la pluralidad forma parte de la normalidad política europea y que es normal la fragmentación parlamentaria.

En esas críticas ha incluido ataques a la igualdad como que piensen que hay personas que deben ocupan puestos destacados de la administración por sus "apellidos de rancio abolengo" o sus "ataques incendiarios" sobre la migración hablando de colapso o invasión.

Además, ha aprovechado su intervención para ratificar que el Gobierno presentará el proyecto de ley de presupuestos al Parlamento y que pretende seguir negociando con los agentes sociales para reducir la jornada laboral.