Un viaje a caballo, un baño en una charca y una gran sorpresa: Así fue el viaje de Alfonso XIII a Las Hurdes
Pobreza, endogamia y enfermedades. Así fue el panorama que en el año 1922 se encontró el rey Alfonso XIII en Las Hurdes, una comarca que logró rescatar
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Con motivo de la llegada este jueves de los Reyes de España, Don Felipe y Doña Letizia, a la comarca de Las Hurdes por el centenario de la histórica visita que realizó el Rey Alfonso XIII a esta zona, entre el 20 y el 24 de junio de 1922. La visita de Don Felipe y Doña Letizia comenzará a las 11,00 horas de este jueves en la localidad cacereña de Pinofranqueado.
Las Hurdes se sitúan en el norte de la provincia extremeña de Cáceres, en el límite con la de Salamanca. Se trata de un terreno montañoso de clima mediterráneo con influencia atlántica. La comarca limita con la sierra de Gata, las Tierras de Granadilla y la sierra de Francia (Salamanca). Forma parte de la llamada «España húmeda».
Casi cien años después de que Alfonso XIII recorriera a caballo y a pie esta comarca (del 20 al 24 de junio de 1922), el rey Felipe VI y doña Letizia se desplazan a Las Hurdes para conmemorar aquel viaje, cuyas imágenes en blanco y negro intensificaron la miseria en la que vivían sus habitantes.
En las Hurdes, comarca que merced a la visita de Alfonso XIII apareció en el mapa social y periodístico de aquella época, se es consciente de que su nueva realidad de desarrollo económico y social tuvo unas raíces raquíticas y enfermas, pero sus gentes; que nada tenían, se aferraban a la necesidad de vivir.
Actualmente, esta comarca cacereña "nada tiene que ver con lo que era entonces", ha afirmado el alcalde de Pinofranqueado, José Luis Azabal, localidad que este jueves visitarán Felipe VI y doña Letizia. En este municipio nació un ahijado de Alfonso XIII en 1925, pues fue deseo expreso de este último que un niño, que nació en un parto por cesárea con la asistencia sanitaria de uno de los galenos enviados por el rey, llevara su nombre.
Cuatro días de impacto y sorpresa
Fue hace cien años, en circunstancias calurosas y extremas, era el mes de junio cuando el entonces monarca español, Alfonso XIII, llegaba a Las Hurdes para conocer cómo vivían los locales del lugar. Primero en coche, luego a caballo y finalmente a pie. Alfonso no salía del asombro con lo que se encontró en los cuatro días que estuvo en esta zona del norte de Cáceres.
Desde pobreza extrema hasta absoluta devoción por la figura del regente. La gente se lanzaba a besar a Alfonso, le paraban y trataban de hablar con él sin tener mucho que contar ni apenas tener posibilidad de expresarse, al ser la mayoría analfabetos. Los hurdanos padecían numerosas enfermedades, ya que sus circunstancias geográficas impedían un traslado rápido para ser tratados de emergencia. Ante la gran conmoción, el Rey pidió a su médico que atendiera a la población para tratar de ayudarles en la medida de lo posible.
Un pueblo empobrecido, analfabeto y con tales problemas de salud que el Rey se vio superado por la compasión, pues la endogamia era tal que las discapacidades afectaban al 15% de la población. Unas circunstancias tan complejas que impactaron a Alfonso. Luego de varios días en la zona y con la imposición del calor, el Borbón sugirió que la comitiva se bañara en el lugar en el que lo hacían los locales, y ni corto ni perezoso se despojó de sus ropajes y se bañó desnudo en el mismo lugar.
Más allá de la anécdota, el impacto del Rey fue tal que declaró que "es imposible mejorar la vida que arrastran las gentes de Las Hurdes Altas; hay que destruir las viviendas y trasladar a sus moradores a otros puntos". Su visita fue más que trascendental para la gente local, ya que durante su reinado se preocupó de mejorar el estilo de vida de los hurdanos; creó el Real Patronato de Las Hurdes y logró mejorar la vida de la gente local hasta el último de sus días.