Un amigo de Alina, la madre de las niñas envenenadas por su padre en Almería: "Vivía por sus hijas"

Alina y sus hijas estaban acogidas al sistema VioGen, sin embargo, esta medida para proteger a las mujeres víctimas de malos tratos no ha funcionado.

Y no ha funcionado porque si bien Alina estaba protegida por una orden de alejamiento, su expareja seguía teniendo acceso y derecho a visitar y a llevarse con frecuencia a sus dos hijas de 2 y 4 años, algo que cuesta entender.

A primera hora de la mañana conocíamos la tragedia ocurrida este domingo en un cortijo de la localidad almeriense de Gérgal. Lo avanzaba Carlos Herrera.

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Carlos Herrera adelanta el grave suceso ocurrido en Almería

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En ese momento había cierta confusión sobre la edad de las pequeñas y el lugar exacto en el que su padre había puesto punto y final a su vida y después se había suicidado.

Momentos después conocíamos los detalles y las primeras sospechas de los investigadores de la Guardia Civil, que las pequeñas de 2 y 4 años habían sido envenenadas.

En todo este trágico suceso hay una persona a la que su vida ha dado un giro para siempre, Alina, la madre de las pequeñas a la que su expareja quería hacer daño.

Alina tenía ya un juicio fijado por malos tratos para el próximo 10 de abril, vista que ya nunca se llegará a celebrar.

Otra mujer destrozada por la venganza de su expareja

Alina es una joven de 23 años, a la que su ex tenía que haber devuelto -a las 15.00 horas de la tarde del domingo- a sus dos hijas, a sus dos pequeñas. A esa hora acababa el plazo de visita de este padre, pero pasaban las horas y después de las 22.00 de la noche, Alina puso rumbo al paraje solitario de la provincia de Almería en el que desgraciadamente acabó encontrando el cuerpo sin vida de sus hijas.

Cómo paso esas horas y sus temores, los ha contado en COPE, al jefe de Interior, Juan Baño, el dueño del bar en el que ayudaba Alina de vez en cuando y amigo de esta joven rumana.

José fue la primera persona con la que contactó Alina, como ha contado en los micrófonos, se temía lo peor y así fue: "me las ha envenenado a mis niñas", le dijo por teléfono.

José asegura que Alina es una gran madre, y muy buena persona que solo vivía por y para sus niñas.