“Circular a 220 km/h es lo equivalente a lanzar un cuerpo al vacío desde un duodécimo piso”

El futbolista José Antonio Reyes, fallecido el pasado sábado en un accidente de tráfico en el que también murió un primo suyo, circulaba a más de 220 kilómetros por hora, en un tramo que está limitado a 120, según ha podido confirmar la Guardia Civil de Tráfico.  

En COPE.es hemos conocido la opinión del físico Víctor Bruno Gómez, miembro del Colegio Oficial de Físicos, que ha comentado que, a esas velocidades, “toda la energía se transforma en fuerza interna, lo que provoca a su vez un aumento de temperatura que implica la deformación de los cuerpos implicados, especialmente del chasis del vehículo en estos casos.”

El físico ha explicado que un impacto a esta velocidad se puede asemejar al que podría sufrir una persona que se lanzara al vacío desde una altura de 2.700 metros, por lo que llegaría al suelo con una velocidad altísima, en torno a los 233 metros por segundo, que en kilómetros por hora oscilarían los 840 kilómetros por hora, si tomamos como referencia una masa de unos 80 kilogramos: “Otro ejemplo. Si lanzamos al vacío un cuerpo desde un sexto piso, lo que puede representar unos 50 metros de altura, la velocidad en kilómetros por hora rondarían los 110, es decir, una cifra que duplica la del vehículo que conducía Reyes”, detalla Víctor Bruno Gómez.

Y es que una velocidad superior a 220 kilómetros por hora es el indicador que puede marcar un tren de alta velocidad en España o los automóviles de competición deportiva. Para hacernos una idea, un avión comercial alcanzan los 900 kilómetros aproximadamente. Si tomamos como referencia ajenos al mundo del transporte, una velocidad de 220 kilómetros por hora podría ser lo que alcanza el disparo de una flecha.

Preguntado por imponer límites a los coches para que no puedan alcanzar altas velocidades, tal y como ha apuntado el director general de Tráfico en funciones, Pere Navarro, el físico Víctor Bruno Gómez se ha mostrado partidario: “El roce del neumático con el asfalto siempre es peligroso, sobre todo si se va a grandes velocidades, y ya no te digo si las condiciones climatológicas son adversas. Sería cuestión de replantearse el uso de la rueda y emplear un carril magnético que solo permitiera un tipo de velocidad.”