Así es el Palacio de la Zarzuela: cuánto hace que los Reyes de España viven ahí y la historia de su nombre
Tiene casi 400 años de historia y forma parte de nuestro patrimonio. Durante todo ese tiempo ha sufrido modificaciones, cambio de regentes y una guerra; hoy es un símbolo del país
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Las residencias reales son el reflejo de una monarquía. Cada una de las coronas europeas cuenta con la suya, o como es el caso de España o Gran Bretaña entre otros, con varias. Los británicos son los que más tienen, con un total de veintiocho en diferentes localidades, entre las que destacan el Palacio de Buckingham o el Castillo de Windsor entre todas ellas. Junto a Holyrood y Hillsborough, son las cuatro cuya propietaria es la corona de Inglaterra, es decir, Isabel II.
Pero no estamos para hablar de los ejemplos que hay alrededor del hogar de "The Queen", sino para poner en alicientes la historia de nuestra monarquía y del Palacio de la Zarzuela. Para averiguar más detalles sobre este lugar, debemos viajar en el tiempo hasta el año 1627. Fue entonces cuando el rey Felipe IV ordenó la construcción de un pabellón de caza a modo de pequeño palacete en el Valle de la Zarzuela, cerca de Madrid. Ante esta petición, las obras comenzaron y dicho palacio fue finalizado ocho años más tarde, en 1635.
La construcción fue desarrollada por el arquitecto Juan Gómez de Mora, quien también se encargó de dar vida a la Plaza Mayor de Madrid. Gómez de Mora trazó el edificio con una sobria forma rectangular propia del barroco madrileño, inspirándose en las villas de Andrea Palladio, y alejándose también de la tradicional relación de lujo con la corona.
Los jardines fueron diseñados por Gaspar Bandal. Alonso Carbonell remató la obra con tejados de pizarra, galerías porticadas y un jardín italiano con fuentes escalonadas en tres terrazas, un vivero de árboles y una huerta. Las pinturas colocadas en el palacio fueron obra de Simón López y las esculturas de Bartolomé Zumbigo
El edificio tiene forma rectangular y cuenta con un techo de pizarra con dos pasillos laterales. En cuanto al interior, se puede encontrar un entorno altamente decorado, con pinturas de los mejores artistas de su tiempo, que posteriormente fueron trasladadas a otros palacios reales, según Antonio Ponz a finales del siglo XVIII. En este mismo momento se recoge que en el interior se guardan pinturas de Paul de Vos, algunas pinturas de la escuela de Rubens y del Bosco así como otras obras pictóricas con temas florales y de bodegones.
Cambio de rey, modificación de estilo y una guerra
La llegada de Carlos IV al trono de España no solo supuso sinergias en cuanto a la gestión del país, sino que la imagen de lavado de cara que se quería transmitir llegó también al Palacio de la Zarzuela. La entrada en el siglo XVIII conllevaba adaptarse al gusto de la época; lo adornó con tapicerías y porcelanas, así como mobiliario neoclásico y una magnífica colección de relojes. En esa época servía como residencia estacional o temporal durante las jornadas de caza que se realizaban en el monte circundante.
Posteriormente, Alfonso XIII le dio otra personalidad al palacio, y es que él lo empleó como pabellón de caza; por ello, su descendiente (y no regente) Juan De Borbón, el conde de Barcelona, visitó con mucha frecuencia el lugar que, décadas más tarde su hijo el Rey Emérito Juan Carlos, ocuparía durante su reinado.
Durante la Guerra Civil, y al ser reflejo de la monarquía, fue uno de los objetivos principales de ataque del bando republicano. Tanto fue así, que el edifico sufrió graves daños durante el periodo de hostilidad. El palacio tuvo que ser reconstruido entre el 25 de marzo y el 12 de octubre de 1958 por el arquitecto Diego Méndez. El proyecto se centró en rehabilitar el edificio existente, conservando su caja primitiva y el muro porticado, recreando además los jardines diseñados en el siglo XVII, y le fue añadido un piso superior La rehabilitación tuvo un coste total de 40 millones de pesetas.
La 'nueva España' y la historia de su nombre
Cuando después del franquismo llegó la democracia, España se sumió en un cambio progresivo que dio lugar a una forma nueva de entender la monarquía, y es que el término "parlamentaria" se añadía al primer término. Esto implicaba un panorama completamente nuevo en el que con el Rey Juan Carlos a la cabeza, España se metía de lleno.
La residencia particular del palacio se encuentra en el primer piso; y en ese 1975, le fueron añadidos dos anexos a ambos lados de la nave principal. El ala izquierda fue efectuada como la nueva residencia particular, más amplia. El ala derecha son oficinas. Una rica fauna rodea los alrededores de palacio, enclavado en el Monte del Pardo, con abundancia de ciervos, jabalíes y gamos.
Sin que se conozca a ciencia cierta el origen de su nombre, generación tras generación se ha establecido la teoría de que se trata de una alusión a la abundancia de zarzas que había en la zona. Otra de las atribuciones pasadas lo emplazan a que allí se celebraron los primeros recitales de música, como el trasunto o correlato de lo que luego sería divulgado y elaborado desde Italia como ópera. A este espectáculo musical se le denomina zarzuela, por lo que la relación con el nombre puede recaer ahí de igual manera.
Esas dos teorías se han mantenido a lo largo de la historia, y es que las construcciones posteriores han respetado el origen del apelativo. Un ejemplo es el de El Hipódromo de la Zarzuela, que se construyó en el pasado siglo, y debe su nombre a la proximidad existente con el palacio. En 1856 se inauguraría el Teatro de la Zarzuela, que debe su nombre a la representación de este género musical.