Dijsselbloem, el candidato a presidir el FMI al que el PSOE insultó y ahora ha decidido apoyar

Las idas y venidas de Pedro Sánchez han sido una constante durante los últimos años. La última ellas tiene gran relación con el ex-presidente del Eurogrupo y uno de los grandes candidatos que salieron para dirigir el Fondo Monetario Internacional, Jeroen Dijsselbloem.

Dijsselbloem es un político perteneciente al partido socialista que en marzo de 2017 durante una entrevista concedida al diario alemán 'Frankfurter Allgemeine Zitung'al ser preguntado por la crisis de la zona euro y la solidaridad norte-sur de la Unión Europea, el político holandés respondió que el norte de Europa había sido muy solidario durante la crisis, pero que esa solidaridad conlleva una responsabilidad. Palabras que unidas a las siguientes declaraciones de Dijsselbloem en dicha entrevista: “Uno no puede gastarse el dinero en alcohol y mujeres y luego pedir ayuda”, desataron un aluvión de críticas contra el socialista holandés.

Muchas de esas críticas llegaron por parte del PSOE, que en su cuenta de Twitter cargó contra Dijsselbloem llegando incluso a afirmar que el socialista holandés “no merece seguir al frente del Eurogrupo”.

Criticas a las que también se unió el actual presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que por aquel entonces era candidato a la secretaría general del PSOE.

Dijsselbloem abandonó en enero de 2018 la presidencia del Eurogrupo para dedicarse a su vida familiar para dedicarse a la granja que tiene hasta que en abril de 2019 volvía a ocupar un cargo al convertirse en director de la Junta de Seguridad Holandesa poco antes de iniciar su campaña para convertirse en el nuevo presidente del Fondo Monetario Internacional.

Se daba por hecho que tras el descarte de la candidatura de la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, España no perdonaría las palabras pronunciadas por el holandés y apoyase a la bulgara Georgieva. Suposiciones que nunca llegaron a suceder dado que el PSOE finalmente apoyó a Dijsselbloem.

La decisión tomada por el PSOE ha sido ahora duramente criticada por el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, por "apoyar a un candidato que en su día calificaron como machista y xenófobo".