De la edad mínima en redes sociales al plan de alfabetización digital: las claves de la nueva ley de protección digital de los menores

El Gobierno de España ha aprobado una nueva ley de protección de menores en entornos digitales, una normativa pionera que busca salvaguardar a la infancia y adolescencia en un mundo digital cada vez más complejo. En un contexto donde los riesgos asociados al uso de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y los deepfakes se han vuelto más evidentes, el ejecutivo ha optado por reformar diversas leyes y establecer nuevas medidas para proteger a los menores de los peligros del ciberespacio. Entre las novedades, destaca la imposición obligatoria y gratuita de controles parentales en todos los dispositivos digitales y la alfabetización digital en las aulas, con el objetivo de educar a los más jóvenes en un uso responsable de internet.

Modificación del Código Penal

Una de las principales novedades de esta legislación es la reforma del Código Penal, que introduce nuevos delitos relacionados con el entorno digital. Entre estos, se incluye la tipificación de los deepfakes, aquellas imágenes, audios o videos manipulados mediante inteligencia artificial con fines malintencionados, como la creación de contenidos sexuales falsos. De acuerdo con la nueva ley, la difusión de este tipo de contenido será castigada con penas de prisión, ya que se considera una violación grave de la integridad moral de las personas afectadas. A su vez, los infractores podrían enfrentar órdenes de alejamiento digital, una medida innovadora que prohibirá a los agresores contactar o comunicarse con las víctimas en plataformas digitales.

Por otro lado, los dispositivos electrónicos, como smartphones, tabletas y ordenadores, deberán incorporar de fábrica un control parental gratuito y fácil de usar, que estará activado desde la configuración inicial del aparato. Esta medida, que también incluye un etiquetado informativo sobre los riesgos del uso inadecuado de los dispositivos, se considera esencial para prevenir el acceso de los menores a contenidos inapropiados. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha asegurado que se impondrán sanciones a aquellas empresas que no cumplan con esta normativa, garantizando que los sistemas de control parental sean efectivos y no una simple formalidad.

Alfabetización digital en las aulas

Uno de los pilares fundamentales de la nueva ley es la educación digital. El plan de alfabetización digital establece que, desde la educación primaria, los estudiantes recibirán formación en el uso responsable de internet. Se abordarán temas como la desinformación, el ciberacoso y el grooming (el contacto inapropiado de adultos con menores en la red), brindando a los menores las herramientas necesarias para navegar por internet de forma segura. La formación estará dirigida tanto a alumnos como a profesores, con el objetivo de garantizar que los menores puedan hacer un uso adecuado de las tecnologías sin caer en comportamientos peligrosos.

Además, los centros educativos tendrán la responsabilidad de regular el uso de dispositivos digitales en las aulas, adaptándose a los planes de convivencia y digitalización aprobados por las administraciones educativas. Los pediatras también jugarán un papel fundamental en la detección precoz de problemas derivados del uso excesivo de pantallas, como las adicciones digitales o los problemas de salud mental causados por un mal uso de las tecnologías.

Con el fin de promover un entorno seguro para los menores, también se incluye la prohibición de los mecanismos de recompensa aleatorios en videojuegos y plataformas de intercambio de videos, que a menudo fomentan comportamientos adictivos. Además, los influencers y las plataformas de contenido deberán advertir de manera clara sobre los riesgos potenciales de los contenidos que emiten, protegiendo así el desarrollo físico, mental y moral de los menores.

La nueva ley de protección de menores en entornos digitales representa un avance importante en la creación de un marco legal adaptado a los retos y riesgos de la era digital. Con medidas tan ambiciosas como el aumento de la edad mínima para acceder a redes sociales de 14 a 16 años, el establecimiento de controles parentales y el impulso de la alfabetización digital, el objetivo es que los menores puedan disfrutar de los beneficios de la tecnología sin exponer su bienestar a peligros. Esta normativa no solo tiene el aval del Gobierno, sino también el respaldo de la Unión Europea, que considera la protección digital de la infancia un derecho fundamental.