La foto de Rubalcaba y Carme Chacón que recuerda lo rápido que pasa el tiempo

Fue a comienzos del mes de febrero de 2012, poco después de las elecciones generales de noviembre de 2011 que dieron una amplia mayoría absoluta al PP de Rajoy y que arrojaron un resultado muy pobre para el PSOE, que venía de siete años de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Dos personas aspiraban entonces, hace poco más de siete años, a liderar al Partido Socialista en esa travesía en el desierto. Dos personas que habían sido de la máxima confianza de Zapatero y habían formado parte de sus ejecutivos: Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba.

Ambos confrontaron sus proyectos de partido y de país en el 38º Congreso Socialista que se celebró en Sevilla y que suponía una suerte de refundación del PSOE después de que el partido no supiera hacer frente a la terrible crisis económica cuando estaba en el poder.

Rubalcaba acudía como el candidato continuista, el que había sido designado como 'sucesor' por Zapatero y el que, de facto, había dado la cara por el Gobierno en esos meses tan duros de crisis en los que el presidente del Gobierno desapareció de los focos. 

Chacón, por su parte, representaba una especie de renovación y aspiraba a convertirse en la primera mujer que lideraba el PSOE (algo que no logró ni Rosa Díez antes de ella ni Susana Díaz después). 

El Congreso fue muy igualado y Rubalcaba se impuso a su compañera y contrincante por apenas 22 votos. Chacón salió de la primera línea política y se marchó a Miami, donde ejerció como profesora universitaria hasta que fue rescatada por Pedro Sánchez para las elecciones generales de 2015.

Rubalcaba ganó y se convirtió en el Secretario General del PSOE, pero no duró mucho en el cargo, hasta su dimisión en julio de 2014 impulsado por los aún peores resultados del PSOE en las elecciones europeas de ese mismo año. 

Carme Chacón falleció en 2017 a causa de una cardiopatía congénita que se la llevó con apenas 46 años. Su muerte conmocionó a la clase política y fueron miles las personas que se acercaron a despedirla a la sede socialista en Ferraz. 

Unas muestras de cariño que se han repetido dos años después con la muerte del que fuera su rival y compañero, Alfredo Pérez Rubalcaba. La imagen de ambos hace siete años cuando nadie imaginaba cuál sería su triste destino nos recuerda lo efímero del paso del tiempo. 

Ahora descansan en paz dos de los políticos que han marcado el comienzo del siglo XXI en España.