Irán ejecuta a dos presos por delitos cometidos cuando eran menores de edad

La ONU y Amnistía Internacional denuncian esta violación del Derecho Internacional

Las autoridades iraníes han ejecutado en un margen de cuatro días a dos presos condenados por delitos presuntamente cometidos cuando eran menores de edad, a pesar de las reiteradas críticas de Naciones Unidas y de las ONG, que han advertido de que la aplicación de dichos castigos viola el Derecho Internacional.

La primera ejecución tuvo lugar el domingo y en ella perdió la vida Majid Esmailzadeh, arrestado en 2012 y condenado por un asesinato perpetrado supuestamente cuanto tenía menos de 18 años. El martes, fue ejecutado un segundo joven, Shayan Saeedpour, después de un proceso judicial "que parece haber tenido profundos fallos", según la oficina de la ONU de Derechos Humanos.

La subdirectora regional de Amnistía Internacional, Diana Eltahawy, ha señalado que la ejecución de este joven, también condenado por asesinato, es "vengativa y cruel" y ha recordado que se trataba de un joven "con un largo historial de problemas mentales".

Saeedpour, además, figuraba entre los 80 presos que escaparon de la prisión de Saqez el 27 de marzo después de una protesta contra las condiciones carcelarias en el marco del brote de coronavirus. Fue detenido de nuevo el 3 de abril "o alrededor de esa fecha", ha estimado la ONU.

La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle, Bachelet, ha advertido de que "las ejecuciones de estos dos menores infractores están absolutamente prohibidas bajo el Derecho Internacional", en el que se veta de forma "estricta" la imposición de la pena de muerte "por crímenes cometidos por personas menores de 18 años al momento de la ofensa".

Bachelet ha reprobado que Irán haga caso omiso a las "reiteradas" críticas de su oficina en esta materia, aunque ha repetido el llamamiento para que las autoridades iraníes cumplan sus obligaciones internacionales en materia de Derechos Humanos.

Amnistía Internacional publicó precisamente esta semana su informe anual sobre la pena de muerte en el mundo, en el que Irán figura en segunda posición con al menos 251 ejecuciones --solo por detrás de China--, aunque no se descarta que el dato real sea "mucho mayor". Al menos cuatro de los ejecutados en 2019 tenían menos de 18 años en el momento de cometer el delito.

UN TERCER CASO

La oficina de Bachelet también ha incidido en su comunicado en el caso de Danial Zeinolabedini, también sentenciado a muerte pese a cometer el delito siendo menor de edad. El 2 de abril se confirmó su muerte, después de haber sido golpeado por funcionarios de la prisión de Mindoab, en la región de Azerbaiyán Occidental.

Zeinolabedini había sido trasladado a dicha prisión junto con otros presos que se habían amotinado en la cárcel de Mahabad el 28 de marzo, en protesta por las condiciones carcelarias y la decisión de las autoridades de no liberarlos en el marco de la pandemia de coronavirus.

Bachelet ha denunciado que "la muerte a golpes de Danial Zeinolabedini, mientras estaba bajo la custodia del Estado, es una grave violación del derecho a la vida" y ha reclamado una investigación independiente e imparcial de este caso para que sus responsables rindan cuentas.

Además, la responsable de Derechos Humanos teme que el hecho de que dos de los menores fallecidos estuviesen involucrados en protestas lleve a las autoridades a acelerar la ejecución de otros presos en el corredor de la muerte que hubiesen estado igualmente implicados en movilizaciones.