Pedro Sánchez calla ante los primeros desencuentros del Gobierno de coalición

El presidente apenas ha hecho declaraciones sobre asuntos escabrosos: ha dejado que sean otros quienes bajen al fango de las polémicas

Pedro Sánchez calla ante los primeros desencuentros del Gobierno de coalición

Millán Cámara

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El Gobierno de coalición entre PSOE Unidas Podemos vive sus primeras horas críticas tras una semana cargada de polémicas. Si nos fijamos en las explicaciones relativas a cada uno de los conflictos, en los miembros del Ejecutivo que han hecho declaraciones, hay un denominador común: el presidente, Pedro Sánchez, se ha mantenido al margen y en silencio.

Incluso Pablo Iglesias ha realizado varios comentarios en estos momentos recientes de tensión. Sin embargo, no ha sido el caso de Sánchez. Quien, además, tampoco se ha prodigado demasiado en cuanto a intervenciones desde que el nuevo Gobierno quedó ratificado.

¿Quién ha dicho qué en unos días que han llevado a reunir de urgencia este viernes a los representantes de los dos partidos políticos que dirigen el país? ¿Qué temas enrevesados sí han merecido la exposición pública de Sánchez? Aquí están las respuestas.

Las diferentes visiones ante los conflictos, con Sánchez de espectador

Las devoluciones en caliente fueron uno de los primeros puntos de discordia. Pablo Iglesias, por parte de Podemos, afirmó que “cualquier iniciativa contra los derechos humanos no se puede producir”. Por otro lado, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, aseguró que los “rechazos en frontera” se mantendrán.

“En las excusas técnicas hay mucho machista frustrado”, llegó a reconocer Iglesias en base a las disputas con la Ley de Libertad Sexual impulsada por Irene Montero y el Ministerio de Igualdad. Fue otro motivo de discrepancia entre PSOE y Podemos, ya que el Ministerio de Justicia y su titular, Juan Carlos Campo, realizaron algunas aportaciones para “mejorar el texto”. “Estoy convencido de que los políticos hablamos demasiado”, llegó a comentar este último ministro.

 “Seguiremos trabajando para que a la viuda, hijos y familia de Couso les sea plenamente reparado el daño causado”, se pudo leer en un comunicado conjunto de Podemos e Izquierda Unida (partido del ministro de Consumo, Alberto Garzón). Que la Abogacía del Estado decidiese recurrir la sentencia que obligaba al Estado a pagar indemnización a la familia del cámara (“Es inasumible”) tampoco gustó al socio gubernamental del PSOE.

La Ley de Educación resultó ser otro asunto tormentoso. Mantener el concierto para las escuelas que separan a niños y niñas generó un malestar considerable en Podemos, lo que provocó la salida al paso de Isabel Celaá. Además de garantizar que se cumplirían los acuerdos, la ministra aseveró que hay que “superar el ruido para llegar a acuerdos”.

La gestión del coronavirus también ha provocado cismas. Un comunicado de Moncloa reconoció que “las indicaciones sobre la evolución del coronavirus y las medidas a tomar en España están coordinadas por el Ministerio de Sanidad en coordinación total entre las distintas administraciones del Estado”: una suerte de desautorización relativa a la guía para las empresas lanzada por el Ministerio de Trabajo. “No hay por qué retirarla […] No tiene nada nuevo. Son medidas provisionales”, se defendió Yolanda Díaz.

Pedro Sánchez calla ante los primeros desencuentros del Gobierno de coalición

Incluso el Rey Juan Carlos y las supuestas donaciones millonarias vinculadas con él han motivado posturas enfrentadas entre PSOE y Podemos. "Vamos a trabajar en el Congreso hablando con los demás grupos parlamentarios para tratar de incluir una comisión de investigación que pueda llegar al final de este asunto y que pueda disipar las dudas e investigar a qué se ha dedicado el rey emérito durante los años que fue Jefe del Estado", anunció Pablo Echenique. “Saben que no cabe constitucionalmente”, respondió Adriana Lastra.

En medio de todos estos ‘disparos’ entre una y otra facción del Gobierno, Sánchez prefirió quedarse lejos de los focos: a día de hoy, ni una sola palabra al respecto.

Las polémicas en las que Sánchez sí se ha ‘mojado’

La gran historia controvertida de este Gobierno en la que su líder sí ha tomado parte es el ‘Delcygate’. El encuentro en Barajas entre José Luis Ábalos, ministro de Transportes, y Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, suscitó todo tipo de comentarios. Incluidos los del presidente, que no dudó en apoyar al también secretario de Organización del PSOE.

“El ministro de Fomento tiene todo mi respaldo y apoyo político y personal y ha sido muy claro. Hizo todo lo que estaba de su parte para evitar una crisis diplomática y lo ha logrado”, fue una de las declaraciones de Sánchez. Mayor impacto provocó escucharle llamar “líder de la oposición” a Juan Guaidó (y no “presidente encargado”, como se le había denominado hasta entonces desde el Gobierno).

La relación con el Partido Popular y su jefe de filasPablo Casado, ha sido otro de los asuntos movedizos en los que Sánchez sí ha tenido voz. “Tenemos cuatro años de Gobierno por delante. ¿No se le va a hacer un poco largo estar en la bronca?”, llegó a decirle al líder de la oposición en una sesión del Congreso.

Cataluña es la última cuestión de encaje difícil en la que el presidente ha tomado partido. “El camino será difícil, largo y complejo”, reconoció, de nuevo en sede parlamentaria. Lo que aún no resultaba tan evidente es que la senda que le toca recorrer al PSOE con Podemos va a tener, de igual manera, sus secciones pedregosas.

Habrá que trabajar para que las “sensibilidades distintas” (en palabras de Ábalos) que conviven en el Gobierno no sean un problema. Desde luego, no se puede decir que los primeros desencuentros hayan sido avivados por Sánchez: el mutis por el foro ha sido su mejor compañero de viaje... por ahora.

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