Frío, calculador y experimentado. ¿Quién es realmente Igor 'el Ruso'?

Norbert Feher es el nombre real del criminal de origen serbio. Está siendo juzgado por el asesinato de tres personas en España, al que se le sumarían otras dos en Italia

Norbert Feher, alias Igor 'el Ruso', siendo escoltado por la Policía

David Ferreiro

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Se le conoce como 'el Ruso' porque fue la primera nacionalidad que se autoatribuyó en sus delitos, a pesar de que en realidad no lo es. De hecho, si por él mismo fuera, sería muy complicado saber quién es en realidad este asesino prófugo de la justicia internacional que utilizó más de una veintena de identidades y que se ha hecho pasar, según lo que comenta, por ruso, croata, húngaro e italiano, aunque su verdadera nacionalidad es la serbia.

Norbert Feher es su verdadero nombre y a sus 40 años acumula delitos de sangre en varios países de Europa. A Feher se le atribuye el haber sido el autor material de dos asesinatos en Italia y de otros tres en nuestro país, por los que está siendo juzgado en las últimas semanas y que le han devuelto al foco mediático. No solo por el juicio, que también, si no por su actitud y por su violencia.

Su último episodio ha sido atacar a cuatro funcionarios de la prisión de Dueñas (Palencia) cuando el domingo se acercaron a su celda para trasladarlo a los tribunales. 'El Ruso' se negó a salir voluntariamente, por lo que cuando los encargados de la prisión accedieron a la celda para iniciar su traslado, este se abalanzó sobre ellos y los atacó con un azulejo de su propia celda que tenía guardado. Por suerte, el ataque quedó en poco más que un susto, pero deja en claro el nivel de peligrosidad del delincuente.

El perfil del 'lobo de monte'

Poco se sabe de este presunto criminal que no haya sido contado por él. Su perfil responde al de una persona fría y calculadora, además de que denota una gran experiencia en supervivencia técnicas paramilitares aprendidas, seguramente, en sus tiempos como militar. Un buen ejemplo de su gran conocimiento sobre la materia eran sus pertenencias. Al momento de su detención, además de llevar cuatro pistolas encima, poseía dos mochilas perfectamente preaparadas para la supervivencia. En ella se encontraron toda clase de objetos, como afeitadoras, linternas, teléfono, ropa o medicinas. En su chaleco, sin embargo, se hallaron objetos mucho más inversosímiles, como cuatro navajas, varios juegos de cartas de series de televisión y un tamagochi, además de una medalla de la Virgen del Pilar, un rosario y una Biblia, lo que denota una sorprendente religiosidad de la que no ha hecho gala en ningún momento.

Sin embargo, a pesar de su perfil frío, solitario, alejado de la civilización y poco dado a las relaciones sociales, y siempre según el análisis realizado por los forenses, Norbert Feher no refleja ninguna sintomatología psicótica aguda ni residual, así como tampoco déficit intelectual ni ninguna otra patología psiquiátrica. A pesar de esto, su aparente falta de empatía y de remordimientos, unido a que no se le ha descrito como un preso fácil de llevar, le convierten en un tipo peligroso, como mostró hace apenas unos días, por lo que para ser juzgado se le blindará en una cabina de acero y plástico farbicada para él.

A sangre fía

El historial delictivo de Feher es amplio. No se sabe con seguridad cuándo comenzó a delinquir, aunque su nombre se encontraba entre los más buscados en su Serbia natal, donde es acusado de robo con fuerza y delitos sexuales, y en Italia, país donde cometió sus primeros asesinatos conocidos. Allí se le reconoce la autoría de dos asesinatos a punta de pistola ocurridos a mediados de 2017, de los que consiguió salir impune tras huír del país con varias identidades falsas y consiguiendo sortear un amplio operativo de búsqueda.

De Italia saltó a España, en una ruta que no está del todo clara, residiendo en pequeñas localidades de la Comunidad Valenciana y Aragón. En esta última autonomía es donde llevaría a cabo sus tres asesinatos en nuestro país, concretamente en la provincia de Teruel. Asíduo a las montañas y a las zonas de difícil acceso, sobrevivía entrando en casas de pueblo y en granjas a robar.

El 5 de diciembre de 2017 asalta una granja en la localidad de Albalate del Arzobispo, donde es soprendido por el dueño de la granja y un cerrajero que le acompañaba. Feher ataca a ambos y consigue huír, aunque no tardaría en volver a actuar. Sus robos por la zona ya eran conocidos, pero nadie había conseguido dar con el delincuente, que demostraba grandes conocimientos paramilitares y de supervivencia.

El 14 de diciembre, nueve días después de los hechos de Albalate, 'el Ruso' intenta entrar a robar en una granja situada en la localidad también turolense de Andorra. Allí, es sorprendido por el ganadero José Luis Iranzo, de 40 años, que había acudido a la explotación para recoger a su padre. Una vez entró en la vivienda, Feher presuntamente abrió fuego contra el ganadero, causándole heridas graves para, poco después, rematarlo.

Igor el Ruso dentro de la cabina de seguridad

En este momento, y según la reconstrucción de los acontecimientos, Norbert Feher robó el vehículo de la víctima y trató de huir hacia su escondite, un corral abadonado situado a poca distancia del lugar en el que habían ocurrido los hechos. Sin embargo, el padre de Iranzo, que se encontraba escondido cuando todo esto ocurrió, alertó a la Guardia Civil al escuchar los disparos, que desplazó a cinco agentes a la zona.

Es en ese momento en el que avistan un coche relativamente cerca, por lo que el capitán ordena su identificación a dos agentes mientras el resto seguían el camino a la granja en la que habían ocurrido los hechos. Los agentes Víctor Romero y Víctor Caballero procedieron a su identificacón, pero apenas tuvieron tiempo de reaccionar. El asesino les esperaba detrás del vehículo, disparándoles hasta once veces con dos armas diferentes y acabando con su vida a pesar de llevar chaleco antibalas. Luego, el 'Ruso' procedió a desarmarlos y volvió a huir, aunque esta vez con una fortuna diferente.

Esa misma noche, y en medio de un dispositivo policial muy fuerte, se consigue localizar a 'el Ruso', al encontrar el vehículo robado en una cuneta en Cantavieja. A pocos metros del vehículo, se encontraba el presunto asesino, que había sufrido un accidente.

Tras su detención, la fiscal le imputa tres delitos de asesinato con alevosía en concurso con dos delitos de atentado, tres de robo con violencia y uno por tenencia ilícita de armas. Por los asesinatos se le pide la prisión permanente revisable, mientras que por los otros delitos se le piden hasta 15 años de cárcel.

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