Sánchez busca formar un Gobierno que contrarreste la influencia de Podemos

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, anunciaron este martes a bombo y platillo un acuerdo para desbloquear la formación de Gobierno. Ambos líderes firmaron en el Congreso de los Diputados y ante los fotógrafos un documento con las bases de este acuerdo, a la espera de decidir la estructura del gobierno y su composición. Sobre esta última cuestión, Sánchez precisó que hay "voluntad de aprovechar los perfiles más idóneos para las tareas de gobierno".

Pero Pedro Sánchez está intentando conformar un nuevo Ejecutivo en el que haya un importante contrapeso a la influencia que pueda tener Pablo Iglesias en su papel de vicepresidente social. Le llena de elogios, pero no de poderes. En el Palacio de la Moncloa tratan de frenar “especulaciones”, y así lo ha podido constatar la Cadena COPE, pero el acuerdo obliga a Sánchez a ampliar el número de vicepresidencias a tres. El socialista cumplirá con su promesa en el debate electoral de hacer a Nadia Calviño vicepresidenta, una decisión con la que pretende arrojar certidumbre en el apartado económico.

El contrapeso a Iglesias en la gestión política recaería en Carmen Calvo, aunque también en algunos sectores se ha elucubrado con un ascenso de José Luis Ábalos. En cualquier caso, esa vicepresidencia asumiría el Ministerio de Presidencia, verdadera sala de maquinas del Gabinete. Con todas las posibilidades abiertas y ajustes obligados de por medio, Podemos acabaría contando con tres departamentos del área social en ese Ejecutivo. Sin embargo, todavía faltan por saber cuáles serán y las competencias a gestionar.

Irene Montero o Yolanda Díaz despuntan para formar parte del Consejo de Ministros. Sánchez en ningún caso dejaría en manos de los morados una cartera como la de Empleo, motivo de disputa en la pasada negociación. Ministerios de Estado como Interior, Justicia o Defensa, además de Hacienda, seguirán bajo el control de los socialistas. En paralelo a la pretendida negociación discreta del Gobierno, PSOE y Unidas Podemos ya buscan aliados, bajo la disyuntiva "o con los progresistas o con las derechas", para salvar la investidura que podría celebrarse en la semana del 16 al 20 de diciembre.

Con unos números ajustados, Adriana Lastra ha arrancado las tomas de contacto con grupos parlamentarios. Reunión con Aitor Esteban del PNV, cuyos escaños han menguado de siete a seis, encuentro conjunto con Iñigo Errejón (Más País) y Joan Baldoví (Compromís), o llamada de teléfono de la portavoz del Grupo Socialista a Gabriel Rufián (ERC). Suma y sigue resultan indispensables minoritarios con un único escaño como BNG, PRC o Teruel Existe. Y cada uno de ellos reclama contrapartidas. El PSOE pisa el acelerador para cerrar el círculo de apoyos. El objetivo de Pedro Sánchez pasa por tomar posesión como presidente con plenitud de funciones antes de las Navidades.