La subida de impuestos de Garzón: ¿quién decide qué es "comida basura"?

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, habló el lunes en una entrevista en la Sexta del proyecto del Gobierno de “estudiar” medidas regulatorias en el mercado de la “comida basura”. Tan solo una semana después de que los ministros hayan prometido sus cargos, son más las incógnitas que las certezas a la hora de hablar de esta iniciativa del Ejecutivo. No obstante, esto es lo que sabemos y no sabemos hasta ahora sobre el asunto.

¿A qué se refiere el Gobierno cuando habla de “comida basura”?

Lo cierto es que las palabras del ministro Garzón fueron bastante escuetas y todavía no se conoce con certeza sobre qué tipo de alimentos ha puesto el ojo el Gobierno. Podrían ser todos los ultracalóricos o restringirse a los ultraprocesados y ricos en grasas y/o azúcares.

Por su parte, algunas asociaciones de la industria alimentaria han argumentado que "los términos 'comida' y 'basura' son incompatibles" y rechazan ese calificativo por parte del Gobierno.

¿Se va a subir los impuestos de estos productos?

A falta de confirmación definitiva, se espera que sí. La mayoría de los alimentos ubicados en lo que el Gobierno podría considerar “comida basura” tienen un IVA aplicado del 10% y hay quien apunta a que su fiscalidad podría duplicarse hasta el 21%. No obstante, hay algunos alimentos muy calóricos que son de primera necesidad, como el pan, los huevos o algunos lácteos, y por los que se paga un IVA superreducido del 4%. Aún se desconoce si se tributará más por estos productos.

Desde la Federación de Industrias de Alimentación y Bebida (FIAB), señalan que "no hay evidencia científica [de] que ese tipo de medidas sean eficaces ya que desde la fiscalidad no se cambian hábitos y comportamientos". En la FIAB consideran que una subida de impuestos tendría como único objetivo el "carácter recaudatorio, que solo tiene como efecto disminuir la renta de los ciudadanos, especialmente a los de rentas más desfavorecidas".

También existen reservas entre los académicos. El catedrático de Harvard y de la Universidad de Navarra Miguel Ángel Martínez señala que "si los impuestos a los alimentos insanos no se usan para abaratar los sanos, la finalidad es recaudatoria".

Etiquetado de productos

Además de la fiscalidad, el otro gran pilar del proyecto del Gobierno consiste en la implantación del llamado semáforo nutricional, que clasifica los alimentos en función de su idoneidad nutricional, quedando en verde los más sanos y en rojo aquellos que conviene evitar. Se trata de una medida que ya se ha puesto en marcha en otros países del entorno de España.

Comedores escolares

Según el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Podemos, la batalla contra la comida basura también se trasladará a los comedores públicos. Tal y como reza el texto del programa, “se impulsará que la compra pública de alimentos para comedores escolares o de hospitales sea un modelo de calidad de cercanía".