Torra admite su fracaso en la gestión del coronavirus: "La situación es demasiado crítica"
Ha apelado a la responsabilidad de toda la ciudadanía para evitar volver a la oscuridad y a la angustia de días anteriores
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El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha alertado este lunes de "una situación demasiado crítica como para no darle importancia", y ha apelado a la responsabilidad de toda la ciudadanía para evitar volver a la oscuridad y a la angustia de días anteriores, ha dicho.
En rueda de prensa, ha precisado que la media de edad de los contagiados ha descendido desde los 60 hasta los 37 años, y se ha dirigido especialmente a los jóvenes: "Hoy un botellón no es una fiesta, es un acto de insolidaridad", y ha pedido a la Conselleria de Interior y a los alcaldes catalanes actuar con severidad frente a las vulneraciones de la normativa.
Asimismo, en unas palabras en inglés, Torra ha reivindicado que Cataluña es un destino turístico responsable que sigue las recomendaciones internacionales en la lucha contra el coronavirus, y ha añadido que salvo las zonas con brotes --como el Segrià (Lleida), Figueres (Girona) y Barcelona--, el resto de Cataluña "no tienen afectación y son seguras".
El presidente de la Generalitat ha remarcado que "en demasiadas partes" de Cataluña ya se está "en a la antesala de la situación previa de marzo", cuando se vivió el peor momento de la pandemia. "Estamos ante los 10 días más importantes del verano", pues serán claves para saber si "con la solidaridad, la colaboración y un nuevo esfuerzo colectivo de todos somos capaces de comenzar a redirigir esta crítica situación", porque si no se consigue habrá que "retroceder", ha advertido. "Todo dependerá de lo que hagamos los próximos diez días", ha remarcado Torra, que ha pedido así a toda la ciudadanía "extremar las medidas de prevención".
Ante esta situación "critica" y de "bandera roja", el presidente catalán ha garantizado que tomará "las decisiones que sean necesarias" sin que el "tiemble el pulso", pues no tiene "otro compromiso que velar por la salud de los ciudadanos", ha remarcado. "No me doblegará ninguna presión ni lobby si los expertos me piden tomar las decisiones mas duras", ha subrayado.
Torra ha apelado principalmente a los más jóvenes, a los que ha recalcado que "un botellón no es una fiesta, es un acto de insolidaridad", ya que puede ser un foco de transmisión del coronavirus que luego puede llegar a familiares de mayor edad y más vulnerables. En este contexto, ha apelado al conseller de Interior, Miquel Buch, y a los alcaldes a aplicar con "severidad" las medidas decretadas por el Procicat para limitar la actividad del ocio nocturno.
"No me resigno, no quiero que este país vuelva a pasar por lo de marzo y abril, no quiero tener 7.000 muertos otras vez sobre la mesa, y haremos todo lo que esté en nuestras manos para que no pase, pero necesitamos la responsabilidad de todos", ha remarcado. A pocos días del inicio del agosto, Torra también ha pedido a quienes se vayan de vacaciones que hagan una "movilidad responsable", en la que no haya "relajamiento alguno" en las medidas de protección, al tiempo que ha reclamado "rebajar el ritmo" de actividad social en los lugares de destino.