El verano de las fugas carcelarias

Con la huida de un preso peligroso de la prisión de Zuera (Zaragoza), ya son tres las fugas en España este verano: el violador de El Dueso y Santiago Izquierdo Trancho

El verano de las fugas carcelarias

Miguel Palazón

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Ya son tres las fugas sonadas este verano en nuestro país. No sabemos si hay algún tipo de efecto contagio entre los convictos, pero lo cierto es que tras las huidas de los presos peligrosos Guillermo Fernández y Santiago Izquierdo, ahora un reo de la cárcel de Zuera, en Zaragoza, conocido como Benito O.P. se ha escapado durante su regreso al centro penitenciario tras una revisión ordinaria.

La fuga se produjo en la medianoche del martes al miércoles cuando Benito volvía en ambulancia de su visita médica. En el cambio de escolta este preso, condenado por secuestro e intento de asesinato a más de 20 años entre rejas, aprovechó para huir a la carrera por un descampado aprovechando la oscuridad de la noche.

Pero Benito no es el único reo peligroso que ha huido este verano. Dos precedentes le auguran poco éxito: Guillermo Fernández y Santiago Izquierdo.

El violador huido de El Dueso

Guillermo Fernández Bueno recorrió en sus 8 días (del 22 al 30 de julio) de prófugo de la Justicia los casi 3.400 kilómetros que separan la cárcel de El Dueso (Cantabria) de Senegal, donde fue detenido. Este hombre estaba condenado a 26 años de reclusión por violar y asesinar a una empleada de la limpieza de una cafetería de Vitoria en el año 2000.

Su novia, una educadora social que trabajó como voluntaria en la antigua prisión provincial de Santander, le ayudó a escapar y le acompañó en su huida, frustrada por el Cuerpo Nacional de Policía y las fuerzas de seguridad senegalesas.

Santiago Izquierdo Trancho, uno de los presos más peligrosos de España

Un agujero se tapó, pero se destapó otro: si el violador de El Dueso fue encontrado y detenido un 30 de julio, ese mismo día Santiago Izquierdo se fugó de la cárcel de Mansilla de Las Mulas, en León. Este convicto llegó a sumar 138 años de condena por todo tipo de delitos: asdesinato, secuestro de funcionarios del Estado, intentos de evasión, desacato, agresión, amenazas y robos, figura delictiva esta última por la que estaba cumpliendo tres años.

Izquierdo aprovechó un permiso penitenciario del que disfrutaba, similar al tercer grado: un régimen de autogobierno de varias horas para ingresar, después, en el Centro de Inserción Social Jesús Haddad Blanco de León. En esta ciudad, escondido en un piso, fue detenido el 10 de agosto.

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