La Moncloa agita la urgencia de los indultos tras considerar Colón 2 un "fracaso"
Todo está sujeto a la voluntad de Pedro Sánchez y de su estrategia para completar el relato para defender los perdones
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En el Palacio de La Moncloa se sitúan en la antesala de la concesión de los indultos a los líderes del “procés”, solo en espera de la orden definitiva de Pedro Sánchez para elevarlos al Consejo de Ministros de este mismo martes 15 o, en su defecto, dentro de una semana, el del día 22, como adelantó la Cadena COPE. Y es que el Presidente ya comunicó tiempo atrás a su núcleo duro la intención de “no enmascarar la decisión en el verano”.
Todo está sujeto a la voluntad de Pedro Sánchez y de su estrategia para completar el relato para defender los perdones. La prueba de Colón 2 ha sido superada sin hacer sentir penalizado a Sánchez. Su entorno pretendía medir hasta qué punto la sociedad les censuraba por su determinación en impulsar la agenda catalana y, sobre todo, por las medidas de gracia. Las piezas encajan y, según los distintos pareceres en las cercanías del Presidente, conviene aprovechar lo que han interpretado como “la pérdida de gas” de las derechas.
El complejo presidencial descontaba beneficiarse de un domingo de buen tiempo, con altas temperaturas, para la concentración de Unión 78, todavía bajo pandemia, pero también de la confusión suscitada en el PP con su papel en la calle. En esta ocasión, no hubo ni foto, ni saludo, ni acercamiento físico entre Pablo Casado, Inés Arrimadas y Santiago Abascal. Los tres unidos, pero no revueltos, contra los planes de Sánchez que ya dejó el recado de que esa protesta, el empleo de “la discordia”, “no construye patria”, no es la solución. Ferraz hizo circular ante la manifestación en las redes sociales la etiqueta #PorElReencuentro.
Ejecutivo y PSOE consideraron Colón 2 un fracaso y subrayaron la pérdida de fuelle de la reedición en la simbólica plaza: 25.000 asistentes contra los indultos frente a 45.000 en el acto de 2019 “Por la unidad de España”, según la delegación del Gobierno. Cercanos a Pedro Sánchez desviaron la atención hacia lo accesorio, eludiendo lo nuclear, aquello del dedo y la luna, y buscaron estirar el estigma de la estampa contra los populares. “Aún falta pedagogía”, avisan desde federaciones socialistas. En graneros tradicionales como Castilla La Mancha, Extremadura o Andalucía, las negociaciones con los independentistas han sido líneas rojas.
Todo el socialismo tuvo un ojo puesto en la federación más poderosa del partido y su tránsito por su proceso de primarias para elegir al candidato a la Junta andaluza entre Susana Díaz y Juan Espadas. En Ferraz se decían tranquilos y confiados en la victoria, “por más de un 50%” de su elegido, el alcalde de Sevilla. Finalmente, el candidato ungido por Sánchez logró casi el 55% frente al 38,67% de su contrincante. Lo contrario, qué duda cabe, hubiera reforzado la imagen de un Presidente en declive, incluso orgánicamente, dentro de sus filas.
Con todo, la batalla estuvo lejos de ser un paseo triunfal. Quedaron lejos los augurios iniciales de la secretaría de Organización apuntándole a Pedro Sánchez un 70-30 para precipitar las primarias ante la debacle socialista en Madrid del 4-M. Espadas será el rostro del PSOE-A en las futuras autonómicas, pero Díaz mantiene su condición de secretaria general al menos hasta el cónclave regional de finales de año. La cúpula federal aspira a que la baronesa eluda la pelea por el liderazgo y se eche ya a un lado. El pulso promete estar servido.