Sánchez combatirá el “populismo” con su Comité de Desinformación

Pedro Sánchez acometerá su plan de controlar todo lo que considere “desinformación” en España. Cerrado en banda el Presidente, el mantra del equipo monclovita ha sido “seguimos adelante”, aunque careciendo a priori de un plazo fijo en el horizonte para la puesta en marcha de la nueva estrategia ante la polémica generada. Aconsejaron algunas voces, en el seno del mismo complejo presidencial, ir con pies de plomo. Más aún tras verse superados por la avalancha de críticas que afloraron desde todos los ámbitos ante un proyecto de dimensiones amenazantes.

Pillados con el pie cambiado, al menos, buscaron restar trascendencia a la tormenta. Error. Cerca de 12 horas después de una publicación negro sobre blanco en el BOE de la orden ministerial, redactada intencionadamente como un auténtico galimatías, la Secretaría de Estado de Comunicación trató de sostener que “en ningún caso vigilará, censurará o limitará el libre y legítimo derecho de los medios de comunicación a ofrecer sus informaciones”. El estupor y, sobre todo, la prevención ya habían alcanzado toda su dimensión. Y en ningún caso era para menos. Conscientes, aunque tarde, La Moncloa siguió achicando agua. “Se nos ha ido de las manos este debate”, reconocían a la Cadena COPE fuentes gubernamentales.

Aun así, nadie del entorno de Sánchez ha dudado de las atribuciones del Gobierno, como institución pública, de intervenir en el debate público y, en una tentativa de descargo, vendieron recurrir, entre otros, a plataformas como Newtral o Maldita.es para decidir qué es fake news y qué no. Igualmente, ante la controversia, la estrategia gubernamental pasa oficialmente por poner el foco en cuestiones que dañen la Seguridad Nacional o a ámbitos tan relevantes como el de la pandemia. En esa línea, el Departamento de Seguridad Nacional maneja fundadas sospechas de campañas en ciernes contra la futura vacuna de la covid-19.

En las cercanías de Sánchez, sin embargo, ya admiten en privado perseguir otros objetivos. Entre ellos, frenar “el caldo de cultivo populista”. Una amenaza de graves consecuencias para las democracias, a su juicio, como ha demostrado ser Donald Trump para Estados Unidos. Con esos u otros mimbres, la creación de la Comisión Permanente contra la Desinformación, presentada como un órgano técnico, promete tener en guardia a la Oposición. Pablo Casado denunció el plan como “ataque a la Democracia” que recurrirá ante Europa. También Santiago Abascal, en nombre de Vox, e Inés Arrimadas, desde CS, golpearon a Sánchez por su “Ministerio de la Verdad”.