Amnistía denuncia la represión letal ejercida para acallar protestas en Oriente Próximo

Los gobiernos de los países de Oriente Próximo y el norte de África se sienten amenazados y recurren a la violencia para mantenerse en el poder, asegura Amnistía Internacional en un nuevo informe que acaba de publicar. En diferentes grados, las autoridades de esta parte del mundo han mostrado su determinación de “sofocar las protestas con fuerza despiadada y pisotear los derechos de cientos de miles de manifestantes”. Irak e Irán han sido las naciones donde la represión de las protestas ha causado mayor mortalidad. Al menos 500 personas perdieron la vida en Irak a lo largo de 2019, y hay constancia de 300 víctimas mortales en Irán en sólo cuatro días -entre el 15 y 18 de noviembre- en movilizaciones en contra de la subida de los precios de los combustibles.

El informe también menciona la muerte de decenas de palestinos en los territorios ocupados durante manifestaciones contra la presencia militar israelí en septiembre, el “uso ilícito y excesivo de la fuerza” para acallar las protestas en El Líbano, y la detención de 4.000 personas en Egipto. Amnistía Internacional señala que “en lugar de escuchar, los gobiernos han recurrido una vez más a la represión para silenciar las voces críticas pacíficas tanto en la calle como en internet”. “Hemos visto a la gente saliendo a la calle para pedir mejoras en sus derechos, y hemos visto una actitud de las autoridades completamente represivas”, explica Alfonso López, portavoz de AI España para Oriente Próximo y el norte de África. Estos gobiernos emplean distintas tácticas para reprimir las protestas, entre ellas el uso excesivo de la fuerza, “a veces letal”, de acuerdo con el informe. Según Alfonso López, “siguen sin entender que una parte muy importante de su ciudadanía continúa reclamando una serie de derechos que no le son otorgados”. Esta represión conlleva muertes, desapariciones forzosas y torturas, y las víctimas son aquellos que participan en manifestaciones, pero “principalmente la violencia se dirige contra defensores de los derechos humanos, que alzan su voz de forma especial”.

La represión en estos países se extiende al derecho de ejercer la libertad de expresión en internet, con detenciones de periodistas y blogueros , sometidos a interrogatorio y procesados. Ha sido muy visible en Irán donde las autoridades bloquearon las redes sociales para impedir que se compartieran vídeos y fotografías de las fuerzas de seguridad matando e hiriendo a manifestantes.