Armenia acusa a Azerbaiyán de provocar un incendio en la frontera al disparar sobre sus posiciones

El Ministerio de Defensa de Armenia ha acusado este viernes a las tropas de Azerbaiyán de haber disparado contra posiciones armenias provocando un incendio, en el área de Yeraskh, provincia de Ararat, en la frontera entre ambos países.

"El 6 de agosto, sobre las 12.10 (hora local), unidades de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán han realizado disparos con armas ligeras contra posiciones armenias", como resultado la vegetación de la zona ha comenzado a arder, señala la cartera de Defensa en un comunicado, en el que se precisa que el fuego ha sido apagado.

Horas después, la situación en esta región ha sido "estabilizada" y "el fuego enemigo neutralizado" sin que se haya reportado bajas, señala el Gobierno armenio.

Ambos países protagonizaron un conflicto a gran escala entre septiembre y noviembre de 2020 por el control de Nagorno-Karabaj --territorio de Azerbaiyán pero en su mayoría habitado por cristianos armenios-- en el que Azerbaiyán recuperó gran parte del territorio que perdió ante Armenia a principios de la década de 1990. Los combates se saldaron con la muerte de más de 6.500 personas.

En los últimos meses ambos países han vuelto a cruzar acusaciones sobre ataques en la frontera. El último hace una semana, cuando se culparon mutuamente de romper el alto el fuego horas después de haber pactado restaurarlo por mediación de Rusia tras la muerte de tres militares armenios en la frontera común.

Armenia y Azerbaiyán restauraron sus hostilidades, que se prolongaron durante seis semanas y causaron miles de muertos, en septiembre de 2020 por la región de Nagorno Karabaj. Finalmente, ambas partes acordaron un alto el fuego auspiciado por Rusia, que desplegará fuerzas de paz en la región durante los próximos cinco años.

En los combates entre el 27 de septiembre al 9 de noviembre de 2020 por el control de Nagorno-Karabaj --territorio azerí pero en su mayoría habitado por cristianos armenios-- Azerbaiyán recuperó gran parte del territorio que perdió ante Armenia a principios de la década de 1990. Murieron más de 6.500 personas.

El acuerdo contempla la devolución de territorios azeríes controlados desde 1994 por Armenia, incluida Shusha, la segunda localidad más importante de la región en disputa, provocando en una grave crisis política en Ereván con críticas al primer ministro armenio, Nikol Pashinián, al considerar que se trata de una capitulación.