El brote de coronavirus deja ya 361 muertos en China y 17.205 contagiados

El número de fallecidos por el nuevo coronavirus causante de la neumonía de Wuhan en China se elevó hoy hasta los 361 (57 más que el domingo), mientras que la cifra de infectados por esa enfermedad en territorio chino se situó en 17.205, con 2.829 nuevos casos más que la víspera.

Según el informe diario de la Comisión Nacional de Sanidad, actualizado a las 04.00 hora local (20.00 GMT del sábado), un total de 147 personas se curaron en las últimas horas y fueron dadas de alta hospitalaria, por lo que el número de afectados por la enfermedad que la han superado asciende a 475.

Casi todas las muertes registradas en las últimas 24 horas, menos una ocurrida en Chongqing, corresponden a la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan, epicentro del virus, mientras que este domingo se conoció el fallecimiento de la primera víctima del coronavirus fuera de China, un ciudadano de Wuhan que murió en Filipinas.

Esta ciudad es donde se presume que se originó el virus por el que más de 152.700 personas están bajo observación médica, entre las cuales hay un total de 21.558 casos sospechosos, que corresponden a personas que presentan síntomas pero todavía no se ha confirmado que hayan contraído el coronavirus.

Con el de Filipinas suman por tanto 362 los muertos a nivel global por una patología que ha llegado a más de una veintena de países, situación por la que el pasado jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó la alerta sanitaria internacional.

Sin embargo, pese al pánico internacional, más del 99 % de los infectados se encuentran en territorio chino y fuera del mismo no llegan a los dos centenares.

Dentro de Hubei, en lWuhan ha habido en las últimas 24 horas 1.033 nuevos casos y 41 muertes, según datos de la Comisión de Sanidad local. La ciudad de Huanggang está siendo otra de las más afectadas, con 244 casos registrados este día, aunque solo han fallecido dos personas.

En el día de hoy se inaugura en Wuhan el hospital Huoshenshan, que se ha convertido en el símbolo de la lucha de China contra la expansión del virus y en su publicidad al exterior más efectiva.

Construido en diez días, tiene capacidad para 1.000 camas, que serán atendidas por un total de 1.400 sanitarios de las fuerzas armadas chinas especialistas en enfermedades contagiosas y buscará desahogar los colapsados hospitales de la urbe.