Confinamiento inmediato: así se gestiona de manera exitosa la pandemia en Australia
Los australianos están viviendo con total normalidad en una situación mundial marcada por la pandemia
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Las autoridades del estado de Australia Occidental han confinado durante cinco días las ciudades de Perth, Peel y del Suroeste después de que se haya detectado un caso positivo por coronavirus, lo que supone el primer caso de transmisión comunitaria registrado en el Estado en casi diez meses.
"A partir de las 18.00 de esta noche, toda el área metropolitana de Perth, la región de Peel y la región del Suroeste entrarán en un confinamiento total. Este encierro se extenderá hasta las 18.00 del viernes", anunció el primer ministro de Australia Occidental, Mark McGowan.
Una decisión que muestra, una vez más, la rápida reacción por parte de las autoridades australianas. Esto podría explicar el por qué el país ha conseguido reducir casi a cero los contagios en de coronavirus en las últimas semanas. No hay más que ver las más de cuatro mil personas que llenaron las gradas el pasado viernes durante los partidos previos al Open de Australia, sin distancias ni sin mascarillas de seguridad.
Los australianos viven con total normalidad en medio de una pandemia mundial. Un hecho especialmente reseñable si partimos de la base de que el resto del mundo está luchando cara a cara contra una tercera ola implacable.
El éxito de Australia en la lucha contra el virus
El confinamiento total de las ciudades australianas tras detectar un único caso del virus puede hacernos ver el por qué de su éxito para afrontar el virus: las medidas estrictas. Una de las más efectivas, y más aplaudida por los expertos, fue la del cierre de sus fronteras que mantiene al país completamente aislado desde el pasado 20 de marzo. En el caso de que una persona desee acceder al país solo podrá hacerlo por motivos debidamente justificados y deberá pasar una cuarentena obligatoria de catorce días independientemente de que haya dado negativo en una prueba PCR. De hecho, otra de las claves es el estricto control de las cuarentenas a todos los viajeros que accedan al país.
También el confinamiento estricto de la población de la pandemia ha conseguido frenar el avance del virus. No obstante, es necesario recordar que la situación de normalidad que se está viviendo en Australia se debe a que las restricciones se han relajado debido a la baja incidencia del virus. Ante el mínimo brote, las autoridades se encargan de aislar a la persona afectada y en aislar completamente dicha zona del país.
En este sentido, la combinación del cierre de las fronteras, los estrictos confinamientos del país, la ardua tarea de los rastreadores y las pruebas de detección del virus que se realizan en Australia, dan como resultado una situación relativamente controlada que permite a los ciudadanos vivir en una situación de relativa normalidad en una realidad marcada por el caos.