Rusia, a las puertas de Ucrania: Biden sigue la 'estrategia Obama' que no frenó la ocupación de Crimea
Joe Biden ha amenazado a Putin con sanciones que "no ha visto nunca", algo que ya hizo Barack Obama cuando Rusia invadió Crimea en 2014 y que no tuvo efectos sobre el conflicto
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La crisis en la frontera de Ucrania cada vez es más grave. Rusia continúa aumentando las tensiones con su amenaza de invadir el territorio y Occidente se prepara para una ocupación que consideran se puede dar de un momento a otro. Estados Unidos es el principal apoyo de Ucrania junto a la Unión Europea y el presidente del país americano, Joe Biden, ha asegurado que Vladimir Putin va a poner a prueba a Occidente y a la OTAN invadiendo Ucrania pero explica que este movimiento hará que tenga que "pagar un alto precio por ello" y cree que "lo lamentará".
La invasión parece inevitable, pero la OTAN ha descartado la respuesta militar si Rusia invade Ucrania y el secretario general, Jens Stoltenberg, asegura que esta ocupación "tendrá un alto coste para Rusia: económico, financiero y sanciones políticas". La línea de la OTAN es muy parecida a la de EE.UU. Joe Biden advierte que si Rusia utiliza la fuerza e invade el país, Putin se enfrentará a sanciones que "no ha visto nunca". La postura de la Casa Blanca recuerda a la que mantuvo Barack Obama en el conflicto de Crimea, que no frenó la ocupación de esta región ucraniana.
La invasión de Crimea en 2014 inició este conflicto
Pero estas tensiones no se han originado en los últimos meses. El conflicto se originó el pasado 18 de marzo de 2014 cuando Rusia invadió la península de Crimea, territorio que pertenece a Ucrania. Esta región contaba con una gran parte de su población prorrusa y tras esto, los defensores de anexionarse a Rusia de Donetsk y Lugansk protagonizaron numerosos enfrentamientos que acabaron con la firma de la paz entre ambos países, aunque los enfrentamientos se siguieron produciendo. El teórico cese de las hostilidades se tradujo en que el país liderado por Putin se anexionó Crimea. Esto generó una serie de sanciones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea que no hicieron cambiar la postura de Rusia.
En la actualidad, Rusia pretende invadir Ucrania y ya ha situado 175.000 soldados en la frontera para evitar la influencia occidental en el país, recuperar un territorio de la URSS y tener una salida fácil al Mar Negro y por tanto al Mar Mediterráneo. El discurso de Rusia defiende que el conflicto es culpa de la expansión de la OTAN en el este de Europa. Por otro lado, la postura de Estados Unidos y el resto de países occidentales es la de culpar a Putin por desestabilizar el territorio y abogan por medidas similares: amenazar a Rusia con graves sanciones. Putin no parece que se vaya a echar atrás por esas penalizaciones, no lo hizo con las amenazas de Barack Obama, y no parece que lo vaya a hacer en esta ocasión con un presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que ha mostrado una mayor debilidad.
Occidente, liderado por Estados Unidos, trata de evitar la invasión con sanciones económicas y políticas. Joe Biden amenaza con unas consecuencias que asegura serían terribles para Rusia como no poder operar con el dólar, la principal moneda de finanzas internacionales. Además, advierten que la ruptura de relaciones entre los países occidentales y Rusia supondría agravar la crisis económica debido a que se eliminaría la compra de recursos energéticos procedentes del país liderado por Putin, una de sus principales fuentes de ingresos.
Biden repite la táctica de sanciones de Obama que no funcionó con Crimea en 2014
En el episodio de Crimea, Estados Unidos ya usó esta táctica que no causó ningún efecto. La administración de Barack Obama retiró visados, congeló activos a personas cercanas al presidente Ruso e impuso sanciones a empresas rusas de los sectores energéticos y financieros. El por aquel entonces presidente de EE.UU aseguró que estas sanciones iban dirigidas a que el "liderazgo ruso se dé cuenta de que sus acciones en Ucrania tienen consecuencias", pero Rusia no se amilanó.
Al igual que Joe Biden, Barack Obama prometió unas sanciones nunca vistas, pero finalmente redujo la dureza y no impuso medidas que afectasen a sectores de las economía rusa en su totalidad. Esto puede ocurrir nuevamente, porque unas sanciones extremadamente duras tendrían un gran impacto también en Occidente (Estados Unidos incluido). Cabe destacar que si a Rusia no le hizo cambiar de postura un presidente consolidado y con fortaleza como Barack Obama, no parece que lo vaya a hacer Joe Biden, que ha mostrado dudas en la gestión.
De hecho, desde Ucrania han criticado la postura del presidente de Estados Unidos que en rueda de prensa no fue claro sobre qué pasaría en una supuesta invasión de menor calado. "Una cosa es que se trate de una incursión menor y que acabemos discutiendo sobre qué hacer y no" aseguró Joe Biden, dejando abierta la posibilidad a que Rusia realice una invasión parcial. Estas palabras fueron cuestionadas por un funcionario ucraniano quien afirmó que "este comentario da luz verde a Putin para entrar en Ucrania".
La invasión parece evidente, la vía diplomática con amenazas de sanciones no funcionó con Barack Obama y no parece que vaya a funcionar con Joe Biden, quien con declaraciones así ha mostrado ser un líder más débil. Esto lo puede aprovechar Rusia para cumplir con su objetivo ignorando de nuevo las sanciones económicas y políticas de Occidente, que están lideradas por un país cuyo líder deja abierta la puerta a una "incursión menor" en Ucrania.