El Huracán Óscar toca tierra en Cuba mientras el país vive su tercer apagón total en tres días
El Instituto de Meteorología informa de que el fenómeno meteorológico con categoría 1 en la escala Saffir-Simpson ya ha llegado cerca de la ciudad de Baracoa, en el extremo oriente de la isla
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Cuba se encuentra en estado de alerta máxima ante la inminente llegada del huracán Óscar, que ha alcanzado la categoría 1 en la escala Saffir-Simpson. La lenta velocidad de desplazamiento del huracán Óscar, sus vientos sostenidos de hasta 100 kilómetros por hora y las hasta 36 horas que podría pasar en territorio cubano hacen temer graves daños en una isla que ya sufre una situación muy precaria.
Esta situación se presenta en un contexto complicado, ya que el Ministerio de Energía y Minas (Minem) ha reportado la tercera caída total del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en menos de tres días. La trayectoria de Óscar apunta a un impacto significativo no solo en Baracoa, sino en una amplia franja del oriente cubano.
El último informe del Instituto Meteorológico (Insmet) de Cuba apunta a que Óscar, de categoría 1 (de 5) en la escala Saffir-Simpson, está dejando en el extremo nororiental de la isla fuertes lluvias —localmente intensas—, marejadas y vientos que han llegado a alcanzar los 130 kilómetros por hora. Medios oficiales informaron de penetraciones del mar en áreas costeras bajas de la ciudad de Baracoa (este) y daños en la infraestructura eléctrica.
Las autoridades han activado la fase de alarma ciclónica para las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Granma y Las Tunas. Esto implica la movilización de recursos y la preparación de la población para enfrentar la inclemencia del tiempo. Por otro lado, Camagüey se encuentra en fase de alerta y Ciego de Ávila en fase informativa, lo que refleja la seriedad de la situación.
El Huracán Óscar y los apagones
La combinación del huracán y el colapso del sistema eléctrico agrava la crisis que enfrenta el país. La primera caída total del SEN se produjo el viernes por la mañana, después de que una "salida imprevista" de una central clave desestabilizara todo el sistema. Este evento, calificado por las autoridades como "cero cobertura energética nacional", dejó a millones de cubanos sin electricidad.
A pesar de los esfuerzos para reenergizar y restablecer el servicio, los avances fueron frustrados nuevamente el sábado, cuando se registró otra desconexión total. La situación se volvió aún más crítica cuando, al final de la jornada, colapsó el subsistema que se había establecido en la mitad occidental de la isla.
En este contexto, las marejadas y las inundaciones costeras son también una preocupación significativa. Las autoridades meteorológicas advierten sobre inundaciones "de moderadas a fuertes" en zonas bajas, incluyendo el malecón de Baracoa, lo que representa un riesgo adicional para la población.
Las provincias de Guantánamo, Holguín y Las Tunas se preparan para enfrentar condiciones adversas que podrían complicar aún más la situación, especialmente si el huracán se intensifica. La combinación de un huracán y un sistema eléctrico colapsado plantea serios desafíos para la infraestructura del país y para la seguridad de sus habitantes.
Cuba
Las autoridades locales han instado a la población a tomar precauciones, a mantenerse informados a través de los medios de comunicación y a seguir las instrucciones de evacuación si es necesario. La solidaridad entre los cubanos se pone a prueba en estos momentos difíciles, donde la comunidad juega un papel fundamental en la preparación y respuesta ante desastres.
La situación en Cuba es un recordatorio de la vulnerabilidad de los países caribeños ante fenómenos meteorológicos extremos, que se ven agravados por problemas estructurales y de infraestructura. A medida que el huracán Óscar se acerca, la esperanza es que la población esté preparada para afrontar el impacto, y que las autoridades logren restablecer los servicios esenciales lo más pronto posible.