La mala relación entre Giuseppe Conte y Matteo Salvini acabó dinamitando el gobierno italiano
La dimisión del primer ministro ha sido fruto de meses de desencuentros entre ambos políticos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La ruptura Conte-Salvini en Italia es total. Una relación infructuosa que, oficialmente, ha culminado con la dimisión del hasta ahora presidente del Consejo de Ministros italiano, Giuseppe Conte. Sin embargo, esto no ha sido más que el final de un camino plagado de desencuentros.
El 8 de agosto, el partido ultraderechista Liga ya anunció una moción de censura contra el otrora primer ministro al que hasta entonces habían apoyado en coalición junto a los antisistema del Movimiento Cinco Estrellas (M5S). El líder de la Liga, vicepresidente y ministro del Interior, Matteo Salvini, ya había anunciado antes que daba la alianza de Gobierno por rota y reclamó elecciones anticipadas, dadas las tensiones y divergencias en la coalición sobre numerosos temas. "Demasiados noes hacen daño a Italia que, por contra, necesita volver a crecer y volver a votar rápidamente. Quien pierde el tiempo perjudica al país y solo piensa en la poltrona", se podía leer aquel día en una nota del partido, tras la presentación de la moción en el Senado.
Salvini exigió incluso que los senadores y diputados regresaran a Roma de las vacaciones para que Conte constatase en el Parlamento su falta de apoyos, presentase su dimisión y el jefe del Estado, Sergio Mattarella, convocase los nuevos comicios. Tras la retirada del apoyo de la Liga al Gobierno, el entonces primer ministro tenía básicamente dos opciones: presentar su dimisión a Mattarella o acudir al Parlamento para verificar su apoyo, y éste se ha decantado por la segunda opción.
Además de esto, Conte también ofreció el 8 de agosto un duro mensaje en el que acusó a Salvini de dinamitar la coalición para aprovechar su tirón electoral, tras las elecciones europeas, en las que fue el primer partido del país, y avanzó que acudiría al Parlamento para hacerle dar explicaciones.
Aunque la realidad es que el exprimer ministro italiano, Giuseppe Conte, ya había amenazado con presentar su dimisión si los dos partidos que conformaban la coalición de Gobierno, la Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), no dejaban de lado las "polémicas estériles" entre ellos que se habían venido sucediendo en las últimas semanas y colaboraban de forma leal para llevar a cabo el contrato de Gobierno pactado. De hecho, el 9 junio, Conte afirmó: "Pido a ambas fuerzas políticas y a sus respectivos líderes que hagan una elección clara y que nos digan si tienen intención de seguir con el contrato de Gobierno, o si de lo contrario prefieren reconsiderarlo porque creen que les sería más beneficioso llevar al país a nuevas elecciones”.
Ahora, en la última jornada de reproches tras la oficialidad de su dimisión, Salvini, a quien se le espera como candidato de unas futuras elecciones, ha espetado a Conte lo siguiente: «Ha demostrado perseguir intereses personales y de partido. Esto tendrá consecuencias muy relevantes para la vida económica y social del país, al tiempo que demuestra escasa sensibilidad institucional y grave carencia de cultura constitucional”.
Además en su cuenta de Facebook ha continuado la afrenta afirmando: “He sido leal y constitucional y, por encima de todo, con los ciudadanos que me encuentro y que me piden que intervenga".
En esta tesitura, caso de que Mattarella se decantara por disolver el Parlamento y convocar elecciones, estas deberán tener lugar en un plazo mínimo de 45 días y en un máximo de 70, por lo que los comicios deberían celebrarse en la segunda mitad del mes de octubre. Sin embargo, no es la única carta reservada al jefe del Estado, pues podría tantear la formación de un nuevo Gobierno con la actual composición del Parlamento, surgido en las elecciones del 4 de marzo de 2018, o designar un Gobierno tecnócrata y provisional. Esta opción ha sido rechazada tanto por la Liga como por el M5S. Según un sondeo realizado el 31 de julio por el instituto Ipsos para el "Corriere della Sera" y publicado ayer, la Liga de Salvini obtendría el 36 % de los votos en unas próximas elecciones generales y alcanzaría el 50,6 % en coalición con los ultraderechistas de Hermanos de Italia (7,5 %) y Forza Italia (7,1 %).