Venecia, en estado de emergencia

Ha sufrido su peor inundación desde 1966, la segunda más grande de la historia.  Hay preocupación por los daños en la Basílica de San Marcos

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Eva Fernández Huéscar

Roma - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

A las 10.30 de la mañana del martes volvían a sonar las sirenas de alarma que advertían a la población de la llegada de una nueva marea de agua alta que ha alcanzado los 150 metros.

En estos momentos el conocido fenómeno del agua alta, la subida de las mareas en Venecia mantiene casi el 50 % de la ciudad inundada y se espera que continúe hasta el próximo sábado. El Ayuntamiento ha decretado estado de emergencia.

El problema es que podría repetirse el fenómeno si continua la borrasca que afecta a Italia.

Los expertos están especialmente preocupados por los efectos de esta nueva inundación en la Basílica de San Marcos. El nivel del agua llegó a los 110 centímetros durante la noche y la cripta donde se conservan las reliquias del santo está completamente inundada.

Precisamente los mosaicos del suelo, de valor incalculable, acababan de ser restaurados tras la última agua alta que sufrió en octubre de 2018. El mar había llegado tan sólo en 5 ocasiones previas hasta la basílica, dos en los últimos 20 años. 

Muchos turistas han quedado atrapados en los hoteles del casco histórico de la ciudad, los más cercanos a San Marcos, puesto que la recepción y la primera planta permanece inundada. Aunque la ciudad tiene previstas pasarelas para que los turistas puedan ponerse a salvo, en muchas calles también han quedado cubiertas por el agua.

El ayuntamiento ha decretado el cierre de las guarderías y los colegios de educación infantil en la ciudad y ha aconsejado a la población que no salgan de sus casas. Los bomberos llevan contabilizadas más de 170 intervenciones en las últimas horas.

Según el centro de previsiones de mareas del Ayuntamiento de Venecia, se podría llegar hoy miércoles hasta 145 centímetros.

De momento hay dos víctimas, un hombre de 78 años que se electrocutó en su casa en la isla de Pellestrina, debido a un corto circuito precisamente cuando intentaba achicar el agua y otra persona, que a la espera del informe forense podría haber fallecido de causas naturales

Aunque los daños materiales de momento no son cuantificables, hay que tener en cuenta que el agua se filtra entre los ladrillos, y cuando se evapora, la sal permanece dentro. Es precisamente esa sal la que causa mayor daño tanto a las estructuras como a las obras de arte.

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