Las consecuencias de la guerra para los ucranianos: "El lenguaje ruso va a desaparecer de nuestra cultura"
Los ucranianos permanecen en las ciudades del conflicto creando barricadas y plantando cara a los constantes bombardeos: "No tengo miedo, pero sé que cada día puede ser el último"
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Naturalizar la muerte. Es posiblemente la sensación más terrible que una sociedad puede experimentar; dura, compleja y terrible. Es prácticamente acabar de asimilar que tu vida pende de un hilo que está sujetado por personas de otro bando, de otra ideología, y que no tendrían ningún problema en soltarlo y acabar de un plumazo con esa vida y con la de miles y miles de ciudadanos.
Ucrania llora, el país sufre desde hace más de una semana el dolor y la penuria que provoca la guerra. Sin piedad, ni remordimientos, el país despierta cada día armado de valor, con una legión de ciudadanos comprometidos, deseosos de ser respetados y de que toda esta masacre tenga un final temprano; algo que lamentablemente solo depende de lo que decida la cabeza de un hombre con complejo de convertirse en un Zar.
Dmytro Drozdovskyi es un joven de unos treinta y cinco años. Es el redactor jefe de la revista 'Vsesvit' (Universo en español), que se publica semanalmente en Ucrania. El contenido del que se habla gira en torno a la literatura mundial y a las diferentes aportaciones que los autores de diferentes partes del mundo, han realizado a lo largo de los años. Las funciones que ocupan son de lo más útil para la ciudadanía ucraniana, puesto que traducen textos de interés de muchos de los idiomas que hay en el mundo, y se encargan de traducirlo y circularizarlo por su país. Sin embargo, parece que desde ahora, ya no se contará con las traducciones de un país.
Desde su medio, han decidido aportar su granito de arena en esta batalla, y van a detener cualquier forma de traducción de literatura rusa y romper todos los proyectos con Rusia. Esta decisión no hace más que probar el enorme desagrado que existe en estos momentos por parte de una gente condenada a los devenires absolutos de una batalla de poder. Cuenta Dmytro, que "las posibilidades de que el ruso desaparezca de la cultura ucraniana son muy altas", y es que la idea de dejar atrás las épocas soviéticas en las que ellos participaban del régimen, se quieren olvidar.
La guerra está motivando a que este rechazo hacia el líder ruso: "no odiamos a Rusia, solo odiamos a Putin, él ha generado la guerra", contaba Dmytro a esta casa. La realidad para ellos es la de estar luchando contra "un dictador del siglo XXI", algo que para nuestro amigo ucraniano "es lo más terrorífico de la historia", todo por el mero hecho de una amenaza de guerra nuclear que lleva varios días rondando involuntariamente por nuestras cabezas.
"Es necesario quedarnos aquí"
El miedo es algo relativo que el ser humano aprende a sobrellevar dependiendo de las circunstancias de cada uno. Todo puede asustar en momentos determinados, pero cuando los devenires de nuestro día a día se presentan de una manera u otra, el umbral del temor se modifica. A Dmytro y a muchos de sus compatriotas es lo que les está sucediendo últimamente. "No tengo miedo, pero entiendo que cada día que pasa puede ser el último. Hemos naturalizado los bombardeos".
Y es que en el momento en el que realizábamos una de las llamadas previas a la entrevista, Dmytro nos contaba que tanto él como el resto de ciudadanos de Kiev, estaban viviendo en ese preciso instante, uno de los constantes hostigamientos sobre el suelo de la capital de Ucrania. A pesar de todo, su deseo, al igual que el de la mayoría de ciudadanos, es el de quedarse y permanecer. "Vamos a vivir a pesar de todo, porque es necesario seguir con nuestras vidas y permanecer aquí".
El testimonio de Dmytro es uno más de la gran mayoría que recibimos cada día, noticias de gente comprometida con su país, sin temor ni sensación de miedo; con el único pretexto de defender lo que es de ellos, y detener la invasión del ejército de Vladímir Putin, que no ceja en su empeño de reconstruir su particular fantasía llamada 'Gran Rusia'. El corazón, el pundonor y el sentimiento patrio, prevalece sobre la fuerza de los cañones del enemigo de Ucrania.