Afrontar el drama migratorio con realismo y humanidad

Ha arrancado en el Congreso la tramitación de la mayor Iniciativa Legislativa Popular hasta el presente en democracia. Una iniciativa en favor de la regularización de medio de millón de inmigrantes que ya están viviendo y trabajando en España, que se presentó con más de 600.000 firmas y el aval de 900 asociaciones, entre ellas Cáritas. Ahora llega el momento de las enmiendas previo a su aprobación definitiva.

Al hilo de esta tramitación, el presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, ha subrayado que los Estados tienen derecho a regular los flujos migratorios y que es prioritario intervenir sobre las causas que provocan que muchas personas tengan que abandonar su tierra, así como atajar de raíz la explotación de las mafias, para que no hagan negocio con el hambre y los sueños de las personas. 

Pero una vez que esas personas se encuentran entre nosotros la respuesta debe ser promover e integrar, sabiendo que este es un gran reto. Esta ILP, que es un procedimiento común en Europa, pretende que los migrantes no queden condenados a la desprotección legal o a la exclusión de facto de servicios públicos esenciales como la educación y la sanidad. 

También que los migrantes que están ya trabajando puedan contribuir fiscalmente a los ingresos públicos.

El próximo domingo se celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado y los obispos españoles han pedido que los procesos migratorios se aborden no desde la ideología, ni desde la mera economía, sino desde una perspectiva humana integral en la que prime la dignidad de las personas.