J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Griñán y Chaves en el banquillo

Aunque en los últimos días de impresión de lo contrario, la corrupción no está circunscrita a un partido político, ni a una comunidad autónoma española. La Audiencia Provincial de Sevilla ha resuelto los recursos pendientes en el caso de los ERES y ha determinado enjuiciar a los expresidentes de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, junto con otros veinte ex altos cargos de los gobiernos socialistas de Andalucía. La acusación de malversación y prevaricación en el reparto de subvenciones, al margen de todo tipo de control reglamentario, alcanza la desorbitante cantidad de 741 millones de euros, según el cálculo de la fiscalía anticorrupción. También se sentará en el banquillo la exministra socialista de Fomento, Magdalena Álvarez, y el que fuera todopoderoso en el PSOE andaluz, Gaspar Zarrías. Esta causa, que es la pieza política de un proceso más amplio, apunta a un caso de corrupción por sistema en una región que se ha convertido en un feudo del partido socialista donde campea la práctica común del clientelismo político. Por la dimensión de los supuestos ilícitos, no se trata solo de comportamientos individuales al margen de la ley, sino de un sistema establecido de utilizar el dinero de todos para beneficio de intereses particulares y de partido. El PSOE no puede presumir de ser inmaculado, como ningún otro partido de gobierno. Por eso el debate sobre la corrupción debe aparcar la demagogia y los intereses mezquinos para desembocar un gran pacto por la regeneración de nuestro sistema político.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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